Por Octavio Medina
El ser humano al igual que todos los organismos vivos, tiene un proceso de vida constante que desarrollar: nacer, crecer, reproducirse y morir. Los personajes que han escrito la historia del rock mundial no han sido ajenos a esto. Vamos a dar un vistazo a ciertas particularidades de la niñez de algunas estrellas de rock.
Empecemos con Phil Collins. Él nació en enero de 1951 en Chiswick, Inglaterra. A los 5 años de edad recibió de regalo de navidad, un tambor, algo que marcaría su futuro como baterista, aunque nunca aprendió a leer partituras musicales. Pero ideó su propio sistema para poder entenderlas. Se vio influenciado por Ringo Starr.
La cercanía con su madre, que era agente teatral, también habría impactado en él, por lo que a los 14 años inició sus clases en la escuela de su progenitora y, siendo un actor infantil, consiguió un trabajo como ‘extra’ en la película de The Beatles: ‘A hard days night’, en donde aparecía al lado de cientos de adolescentes gritando en los conciertos.
Ahora seguimos con Farrokh Bulsara. Quizá no lo reconozcan por su nombre original, pero si les digo que hablo de Freddy Mercury, estoy seguro que ahora sí. Nació en Zanzíbar, Tanzania el 05 de setiembre de 1946, siendo en su infancia bastante tímido y apegado a su madre y hermana. Sus padres lo enviaron a la India para que tuviera una buena educación, donde demostró un marcado interés en los deportes, como el box y el ping pong. Con esta última, llegó a ser campeón escolar. Paralelamente despertó su afición por la música, e ingreso a clases de piano y al coro de la escuela. Siendo influenciado inicialmente por la música hindú y el rock and roll, que se hacía en gran parte del mundo.
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Su primera banda se llamó The Hectics, donde tocaba el piano. Por esa época es que su nombre de pila empezó a desaparecer, porque lo empezaron a llamar Freddy.
En 1962 regresó a Zanzíbar con su familia, pero un par de años después emigraron al Reino Unido, debido a la violencia por la que atravesaba la isla. Jamás regresó a su tierra natal, y más adelante se integraría al grupo Smile, donde compartiría escenario con Roger Taylor y Brian May. El resto ya es historia.
Continuamos con el gran Jim Morrison “El rey lagarto”. Nació el 08 de diciembre de 1943. Pasó su niñez, mudándose constantemente, debido al trabajo de su padre, que era militar, no teniendo una estabilidad durante muchos años. Cuando empezó la escuela, era un niño bastante tímido, reservado, pero muy inteligente, tenía notas sobresalientes y le encantaba leer. Algunos dicen que su coeficiente intelectual era de 146 a 149, lo cual significa que era brillante ya que el promedio es 90 a 110. Entre sus escritores favoritos estaban: Baudelaire, Rimbaud y, sobre todo, el filósofo alemán Nietzsche. Podía utilizar la misma camiseta varios días ya que prefería gastarse su dinero en comprar libros y, pocos saben que, en Los Ángeles, donde se había mudado, empezó sus estudios cinematográficos. En esa época empezó a escribir poesía y en plenas clases de cine se le escuchaba cantar a media voz durante mucho rato.
Después de alcanzar la fama paso a formar parte del club de los 27 y quedó en los anales del rock para siempre.
Cerramos por hoy con John Lennon, que fue alguna vez el niño más feliz de la tierra manejando su bicicleta. Lennon, debidoa suinfluencia en la cultura popular, por su carácter peculiar y su compromiso político, unido a su prematura muerte, hacen de él, una de las leyendas más grandes del rock.
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Su niñez fue difícil, no por su clase social, pues era de clase media, sino porque su padre, marinero de profesión, lo abandonó a la edad de 6 años. Su madre, Julia, quien le enseñó a tocar el ukelele, tampoco fue capaz de criarlo y le entregó la responsabilidad a su hermana Mimi. En ese escenario es donde aparece la bicicleta, que es sinónimo de libertad, “de pequeño soñaba con una sola cosa, tener mi bicicleta”, decía Lennon, que se cumplió cuando paso con éxito el eleven plus, examen final que los niños ingleses tienen que aprobar para pasar al colegio superior. Su tío George, le regaló la bicicleta convirtiéndolo en el niño más feliz del mundo. John declararía más adelante “la mayoría de los niños la dejaban en sus jardines, pero yo insistía en meterla a mi casa, incluso dormía con ella algunas noches”. La primera ‘bici’ de Lennon, fue una preciosa Raleigh Lenton verde esmeralda, y con un portabultos de cuero, según cuenta su biógrafo Phillip Norman, quien dice que era un hermoso modelo que incluía un faro delantero y un portabultos de cuero verde a juego. Él iba pedaleando diariamente a su nuevo colegio The Quarry Bank High School, donde se enfrentaría a sus profesores y crearía su banda The Quarry Men.
Len Garry, uno de sus amigos ciclistas habituales, cuenta que solían cantar en voz alta tratando de superar al otro en número de canciones de moda que se sabían. A John le gustaba especialmente Caribbean, de Mitchell Torok, “él se ponía de pie en la bici y el ritmo le salía perfecto”.
Bien amigos, como pueden ver, la niñez nos corresponde a todos, no podemos escapar de ella, de nuestros sueños. Un tambor, una bicicleta, pueden ser nuestros fetiches infantiles, que con el transcurrir del tiempo se transforman en el elemento que más tarde nos convierte en la persona que fuimos y seremos.
Hasta otro momento, nos vemos.
