Un peligro para economía de los pueblos basada en aprovechamiento de sus recursos
La Federación Minera de Madre de Dios, a través de su Presidente Adrián Vilca, expresó su rechazo al Acuerdo de Escazú, y pidió su no ratificación por el Congreso de la República.
El dirigente señaló que, por este acuerdo, se pretende imponer a los países de América Latina y el Caribe, el Principio 10 de la Declaración de Rio de Janeiro sobre el Medio Ambiente de 1992, que no entró en vigencia por la posición en contra del Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y otros países industrializados.
Dijo que la Federación Minera FEDEMIN, rechaza la firma de dicho acuerdo, el mismo que significa en la práctica, entregarle la decisión sobre el uso y aprovechamiento de los recursos naturales del país a las ONGs ambientalistas (SPDA-WWF-DAR PERU-ACCA-ETC), afectando la soberanía nacional y sometiendo al país a “marcos normativos internacionales” y a la “Corte Internacional de Justicia”.
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Vilca indico que este acuerdo, bajo el argumento de garantizar los derechos de acceso a la información a la participación pública en la toma de decisiones y a la justicia ambiental, otorga poder casi ilimitado a las ONGS ambientalistas, las que tendrán pleno derecho para formular una serie de reclamos, impugnaciones administrativas y procesos judiciales, en contra de proyectos de inversión, proyectos de desarrollo, planes, programas de uso de recursos naturales, públicos y privados, que en su criterio, afecten o simplemente puedan afectar el Medio Ambiente.
Por tanto, finalizo el dirigente minero, el ACUERDO DE ESCAZÚ, es un grave peligro para el pueblo de Madre de Dios y su economía, basada en el aprovechamiento de sus recursos naturales (Agricultura, madera, castaña, minería, agro-industria), más aún en los tiempos actuales, que requerimos reactivar nuestro aparato productivo y generar empleo.
