El artículo que presento hoy, ha sido complicado de escribir por la trascendencia de los géneros. Quién puede dudar que el rock nació en los Estados Unidos y, en una nota anterior, hablé de la inminente influencia que tuvo la esclavitud para la formación del género. Si analizamos el enfoque de raíz, todo está dirigido a artistas masculinos, creando un universo machista.
Desde niño siempre he escuchado que “detrás de todo gran hombre hay una gran mujer”, y lo descifro como que el hombre está por delante de la mujer. Y esto no es ajeno en cuanto a música rock que se ha hecho hasta el momento. Si hablamos de rock, nuestro cerebro se remite a bandas clásicas compuestas por hombres. Pero no se dan cuenta dónde está el papel de la mujer en este género.
Echemos una mirada al aporte femenino hacia el rock. Empecemos con Rosetta Tharpe, una mujer que 20 o 30 años antes de Chuck Berry o Elvis Presley, ya se paseaba por los escenarios cantando rock and roll, Blues y Gospell, y cuentan por ahí que en el año 1947 presentó a Little Richard cuando tenía 13 años mostrándolo al orbe por vez primera.
Wanda Jackson, que fue novia de Elvis Presley, fue la primera que cantaba con sonidos guturales y hacía música country y rockabilly, paseándose por Europa y Asia. Tampoco puedo dejar de mencionar a la gran Janis Joplin, una de las integrantes del club de los 27 (artistas que fallecieron a esa edad), que brillaba por su apasionada performance en los escenarios, su voz ronca y blanca capturaba a todos los presentes. Ella fue una de las más grandes cantantes de la historia, la inolvidable “Pearl”.
Mariska Veres, cantante de la banda holandesa Shocking blues, y su particular timbre de voz y extrema belleza producto de su ascendencia gitana, hace de esta cantante una de las que aportó mucho en el género.
No puedo olvidar a la gran Patty Smith, quien en el escenario era pura poesía. Una mujer muy influyente, no solo para las bandas femeninas si no también masculinas como Morrisey y U2; mujer pensadora, activista y de personalidad muy fuerte.
La agrupación The Runaways, que se cataloga como la mejor banda de rock femenino de todos los tiempos, tenía en sus filas a la gran Joan Jett, que luego hiciera su carrera de solista. Y así podríamos seguir con una lista interminable de heroínas del rock. Por mencionar algunas como Chrissie Hynde que manifestó que “el rock era para hombres” , ya que ella no se imaginaba subiendo al escenario con una minifalda; Pat Benatar, Stevie Nicks, Debbie Harry (Blondie), Madonna, entre muchas más. Aquí en Hispanoamérica, tenemos a Andrea Echeverri (Aterciopelados), Celeste Carballo, Fabiana Cantilo, Javiera Mena, Colombina Parra, Alejandra Guzmán, Luz Casal, Cristina y Los Subterráneos.
Machismo, patriarcado o discriminación, no sé cómo definir a veces la actitud de nuestra sociedad en general, porque las mujeres también han construido la historia del rock.
Y aquí en el Perú, no se vislumbró un movimiento femenino hasta fines de los 70’s, y ya con claridad en los 80’s aparece Danai con su agrupación ‘Pateando Latas‘, Nina Mutal y ‘La Banda Azul‘, Patricia Roncal más conocida como Maria T-ta, Sandra Requena de ‘Metadona’, Pierina Less de ‘Madre Matilda’, las hermanas Foronda, Fiorella Cava, entre otras.
En el negocio del rock las heroínas son muchas. Trabajan, graban y se presentan, a veces, de manera silenciosa, haciendo crecer ese gran fenómeno cultural y mundial llamado rock. Y no me digan que el rock no es una terapia. Es una manifestación del intro que pide salir con mucha fuerza hacia el exterior, cosa que se plasma en las grabaciones y en los escenarios. Eso lo sabemos todos los artistas, y en eso nos aventajan las mujeres por su mayor sensibilidad. Sólo para despedirme, el rock siempre fue, es y será… ¡Que viva el rock y las mujeres rockeras!, nos vemos.
Por: Octavio Medina
Edición periodística
y musical: Luis Pardo Altamirano
