(Desde Washington, Estados Unidos) Kamala Harris y Donald Trump protagonizan hoy una elección histórica con suficiente influencia política para cambiar la agenda doméstica de Estados Unidos e impactar de lleno sobre el tablero internacional.
Harris y Trump difieren sobre las futuras medidas económicas y las reglas a implementar para contener a la inmigración indocumentada, mientras que sus perspectivas geopolíticas son antagónicas respecto a Medio Oriente, la guerra en Ucrania, el cambio climático, la contención de China y la importancia de la OTAN.
Las posiciones domésticas y globales de los dos candidatos reflejan la fractura de la sociedad americana, y ese quiebre social aparece nítido en la paridad electoral que existe entre Harris y Trump. La vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano asumen que la victoria depende de siete estados que recorrieron -una y otra vez- durante los últimos 15 días de campaña.
Pensilvania (19 electores), Georgia (16), Carolina del Norte (16), Michigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6) son clave para determinar al sucesor de Joe Biden en la Casa Blanca. Son distritos con diferentes composiciones sociales, étnicas y religiosas, que los candidatos intentaron conquistar con resultado incierto.
Estas fueron las últimas frases de campaña de Kamala Harris y Donald Trump
“Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento. Creo que se llama Puerto Rico”, dijo Hinchcliffe sin perder la sonrisa irónica.
La elección de hoy se gana con un margen máximo de 200.000 votos. En Pensilvania, la comunidad de portorriqueños llega a 400.000 ciudadanos. Trump puede perder Pensilvania -19 electores- por la descalificación de Hinchcliffe, que ha dejado de aparecer en los lugares que solía frecuentar.
Al margen de las diferencias domésticas -desde la economía a los derechos reproductivos-, Harris y Trump se enfrentan respecto al tablero internacional. Los candidatos tienen posiciones diferentes sobre la crisis de Medio Oriente, la invasión de Rusia a Ucrania, la ofensiva global de China, el cambio climático y el rol táctico de la OTAN.
El mundo será diferente después de los comicios de hoy, y el grado de diferencia dependerá si gana Trump o Harris.
Trump quiere terminar con la asistencia militar a Ucrania y finalizar el conflicto con Rusia, cree que Israel tiene que hacer lo necesario para exterminar a Hamas y Hezbollah, sostiene que no existe el cambio climático, afirma que no es necesario financiar a la OTAN y exhibe una posición beligerante con China.
Harris, en cambio, profundizará la ayuda bélica a Ucrania, limitará el apoyo militar a Israel, apoyará la agenda de cambio climático, sostiene que la OTAN es clave para equilibrar a Moscú en Europa y propone una estrategia de contención geopolítica con China.
La vicepresidenta Harris llegó a la fórmula electoral tras la renuncia del presidente Biden, un hecho político sin antecedentes en Estados Unidos.
Trump sufrió dos intentos de magnicidios durante la campaña electoral, una situación inédita para la historia estadounidense.
Si gana los comicios, Harris será la primera mujer presidente de Estados Unidos.
Si vence en las elecciones, Trump habrá logrado romper un maleficio de 131 años: sólo Groover Cleveland, en 1893, obtuvo su segundo mandato después de haber perdido las elecciones de 1888.