Entrevista al reconocido reportero gráfico Jorge Verástegui Castillo “Canito” que mantiene su espíritu ganador a los 72 años
Es curioso que a tus 72 años estés fotografiando a gente que se ubica también en la tercera edad y a veces es mucho mayor ¿has reflexionado sobre esto?
Bueno, me hace recordar que en mi juventud retrataba a gente de mi misma edad, a deportistas, políticos de mi generación, pero en ese momento no pensaba en que capturaba a jóvenes, como ahora tampoco pienso que estoy tomando a gente de edad, por las circunstancias.
¿Cómo ha cambiado tu perspectiva profesional, después de 52 años de exitosa experiencia en el mundo fotográfico?
Creo que no he cambiado, tengo la mima pasión y entrega para realizar mi trabajo fotográfico, con los años al contrario me siento más seguro de mí mismo al momento de hacer mi trabajo. Creo que con el tiempo conozco todas las aristas de este bello trabajo. Mi piel puede haber cambiado, pero mi cerebro no, sigue a mil por hora cuando se trata de capturar una imagen.
¿Cómo ves ahora tu pericia y habilidad para captar imágenes?
Igual que siempre, te cuento que dejé de ir al estadio desde el año 2000, cuando trabajaba en la Revista Once, y me llamaron hace poco de una publicación del extranjero para hacer un clásico de Alianza – U, dije que sí, sí puedo. Llego al estadio y veo un ejército de jóvenes reporteros gráficos, y todo cambiado: el estadio Nacional totalmente modernizado, hasta las barras son diferentes. Me encuentro con Lalo Archimbaud quien me dice: ‘hola Diez’ y con Luis Jiménez, nos tomamos una foto los tres. Fui con un teleobjetivo de 300 ml, fijo, y todos me miraban sorprendidos. Yo siempre he trabajado con eso. La mayoría tenía lentes pequeños, con zoom, solo se oían las ráfagas de sus disparos. Más bien creo que muchos fotógrafos se han quedado atrasados, veo que la mayoría no usa teleobjetivo que te sirve para acercar las imágenes, muy útil sobre todo en deportes.
¿Cuál fue tu conclusión?
Que no he perdido distancia y enfoque, no tengo problema con la rapidez, y no he perdido sobre todo mi espíritu ganador, igual que un deportista. También fui al Hipódromo de Monterrico, para hacer un trabajo para el Derby Nacional y cumplí como siempre, con imágenes de calidad y precisión. Es uno de los trabajos de fotografía más demandantes ya que se requiere mucha precisión visual para capturar a un caballo en movimiento.
¿Ahora también disfrutas tu labor como fotógrafo de Pensión 65?
Por supuesto, allí no se necesita precisión sino sentimiento y empatía para fotografiar a las personas de la llamada tercera edad. Y entenderlos, por ejemplo, muchos se dirigen a ellos llamándolos ‘abuelito’ o ‘abuelita’, sin saber que a muchas personas viejas no les gusta, prefieren que los llamen por su nombre. De eso me di cuenta cuando empecé a trabajar en está entidad, entendí que les gusta ser reconocidos por sus nombres. Y eso me ha traído una mayor confianza y acercamiento con ellos y, en consecuencia, un mejor trabajo.
Cuéntanos alguna anécdota de tu labor.
Claro. Hace cuatro años, viajé a Ayacucho para realizar la comisión de entrevistar a un usuario de 119 años y que era el más longevo del país. Llegamos al pueblo de Chaklla y después de dos horas de camino encontramos al usuario en una casa solitaria, al lado de un río. Era Machiko, quien vivía solo con sus animales y sus sembríos para subsistir. El fotógrafo más veterano entrevistando al hombre más longevo en todo el país.
¿Has pensado en el retiro?
Como dice Héctor Lavoe en su canción: todo tiene su final. En mi próximo cumpleaños, el 30 de mayo, dejaré de trabajar en la institución donde cumplo coincidentemente 10 años de trabajo. Voy a retirarme del trabajo en el que estoy, pero no de la fotografía. Voy a dedicarme a temas más personales, a formar mi empresa de servicios, hacer docencia en fotografía y a la edición gráfica de publicaciones. Estoy dejando un legado también en mi hijo que ya se dedica a la fotografía.
Un maestro del lente
Jorge Verastegui, Inició su carrera como fotógrafo en el año 1971 en el diario El Comercio, donde se convirtió en el reportero gráfico más joven dentro de una generación de veteranos y experimentados hombres del lente. Se ha desempeñado como Jefe de Fotografía en distintos medios de prensa e igualmente ha laborado en entidades públicas y como fotógrafo de ministros de Estado.
Desde hace nueve años es el fotógrafo oficial del Programa Pensión 65, donde fue convocado, primero, para hacer una exposición fotográfica sobre las historias de los beneficiarios y un aspecto novedoso que se denominó: ‘Saberes Productivos’. Con su cámara Canon ha fotografiado a cientos de adultos mayores a lo largo y ancho del país, reuniendo un valioso material de registro.
