En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
¿Qué tienen en común la presidenta Dina Boluarte y la congresista Patricia Chirinos? Que la mandataria respondió “tu mamá” a un peruano de a pie que le gritó “corrupta”, y que la legisladora chalaca les mostró el dedo medio a los parroquianos de un conocido bar barranquino que, a viva voz, también le espetaron ser “corrupta” y demandaron que se retire de local.
Pero quizá el hilo conductivo que más las acerca es que la jefa del Estado representa a ese Gobierno que la población desaprueba con números mayores, y que “La woman del Callao” es una integrante protagónica del quizá el Parlamento más lamentable de las últimas décadas, lo que se traduce en el 94% de animadversión ciudadana.
Al tiempo de confesarnos enemigos de cualquier tipo de violencia y más contra una mujer, sí debemos advertir que ambas reacciones, la ocurrida en la Gran Parada y Desfile Cívico-Militar, así como la registrada en La Noche de Barranco, denotan un reclamo público sobre el quehacer de la presidenta del Perú y la agenda propia de los padres de la patria.
Moraleja: Dina Boluarte debe preocuparse por utilizar la boca para anunciar medidas viables contra la inseguridad ciudadana y el hambre, aunque igual le resultará sumamente difícil sumar puntos, máxime si se muestra altanera ante la crítica. Y el Congreso está obligado a buscar un milagro para que la gente no lo aborrezca tanto. Eso pasa por una legislación empática, postergando sus afanes personales o partidarios.
Decirle “tu mamá” a un peruano contestatario cuando ella se había promocionado como la “la mamá de todo el Perú” es una contradicción llena de falta de tolerancia, por decir lo menos. Y Patricia Chirinos no puede andar mostrando el dedo medio a quien le diga algo porque este gesto tiene una connotación sexual, impropia en el lenguaje de una congresista de la República. Lejanos los tiempos en que el Parlamento Nacional era una institución respetada por tirios y troyanos.
(*) Analista y consultor de contenidos
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“Lejanos los tiempos en que el Parlamento Nacional era una institución respetada por tirios y troyanos”.
