Cerca de 20 réplicas se han reportado del movimiento telúrico en el distrito de Yauca
El sismo de magnitud 7.0 que sacudió el distrito de Yauca, en la provincia de Caravelí, Arequipa, ha dejado algunas viviendas afectadas, vías bloqueadas y cinco heridos leves. Sin embargo, no se ha considerado devastador en comparación con otros eventos sismológicos en el Perú.
Hernando Tavera, presidente ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), explicó en Latina Noticias que la razón detrás de la ausencia de daños catastróficos se debe a que el epicentro del sismo se ubicó en el mar, a 50 kilómetros de la costa.
«Cuanto más lejos ocurra el sismo de nosotros, el sacudimiento del suelo va a ser menor. Este sismo, a pesar de ser superficial, no generó un sacudimiento suficiente para causar daños estructurales graves», indicó Tavera.
Hasta el momento, se han registrado más de 17 réplicas en la zona del epicentro, aunque solo cinco de ellas fueron perceptibles para la población debido a su mayor magnitud.
Tavera destacó que el verdadero problema no radica en los sismos, sino en la calidad de las construcciones. Enfatizó que vivimos en una zona altamente sísmica y que cada evento sismológico en los últimos 30 años ha dejado lecciones importantes, especialmente en cuanto a la construcción de viviendas.
«Los sismos solo sacuden el suelo, y si las viviendas no soportan ese sacudimiento, colapsan. El problema es cómo estamos creciendo como ciudad, en cuanto a las áreas que invadimos y la calidad de las construcciones que habitamos», afirmó.
Además, subrayó que el crecimiento urbano desordenado y la falta de normativas estrictas en la construcción aumentan la vulnerabilidad de las ciudades ante los sismos.
Tavera recordó que el sismo más devastador en la historia reciente de Perú ocurrió el 31 de mayo de 1970 en Áncash, con una magnitud de 7.9, resultando en aproximadamente 70,000 muertes y la desaparición de la ciudad de Yungay, un recordatorio constante de la importancia de la preparación y la calidad en la construcción.
