Las plagas que atacan al Perú

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En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)

Es duro aceptarlo, pero en este momento somos el país de los secuestros, el robo incontenible de celulares, los crímenes a diestra y siniestra, la proliferación de bandas, el sicariato sobre ruedas y un desprecio por la vida de la población inocente sin precedentes. Y hay que decirlo: el ‘BBB-’ de calificación crediticia que nos atribuye S&P Global Ratings también tiene que ver con la inacción del gobierno frente a la inseguridad ciudadana porque la tranquilidad de una nación finalmente se traduce en capital.
Es duro aceptarlo, pero en este momento somos el país de la decadencia institucional, empezando por Palacio de Gobierno y su inquilina, Dina Boluarte. Ya no se encuentra la explicación para esta manía compulsiva de los presidentes de la República de perturbarse con el poder y caer en el delito en complicidad, generalmente, por su entorno familiar. En el caso de la actual mandataria, todo indica que las complicaciones mayores aún están por verse y, en esa instancia, sus waykis del Legislativo no podrán salvarla.
Es duro aceptarlo, pero en este momento somos un país con casi 30% de pobreza, con una clase media más reducida; no obstante, los padres de la patria se zurran en el hambre de sus votantes y, amen legislar según la agenda de sus intereses, tienen el cuajo de aumentarse el sueldo alegando precisamente la crisis económica. Este Congreso es una decepción por donde se le mire y nadie los moverá de su curul hasta el 2026 porque han demostrado poca sangre en la cara.
Es duro aceptarlo, pero en este momento somos el país de la mentira a todo nivel y, como cunde el mal ejemplo, la jurisprudencia también anda en dimes y diretes, lanzándose pullazos de todo calibre, algo que igualmente resulta inaudito. La Fiscalía y el Poder Judicial deberían ser la reserva moral del Perú y no entrar en el juego pernicioso de los políticos nuestros de cada día que a toda costa quieren la impunidad.
(*) Periodista y Consultor de contenidos
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“Este Congreso es una decepción por donde se le mire y nadie los moverá de su curul hasta el 2026”.

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