Por: Luis A. Pardo Altamirano
A tres años de la partida de Luis Abanto Morales, un icono del folclor patrio que selló melodiosamente nuestra esencia con su canción de gran connotación social
Nació en Trujillo el 25 de agosto de 1923. Su carrera comenzó cuando ganó el concurso ‘La Canción de los Barrios’ en los años 40 y se prolongó hasta esta década. Temas como ‘Cholo soy’, ‘Nunca podrán’, ‘Las quimeras’, ‘Cielo serrano’, ‘La Pitita’, ‘Quiéreme’ o ‘El provinciano’ lo convirtieron en uno de los cantantes más populares de la música peruana.
En junio de 1987, Luis Abanto Morales fue condecorado con el Premio al alma, corazón y vida el 3 de junio de 1987 por la Organización de Estados Americanos (OEA) junto a Jesús Vásquez, Óscar Avilés, Arturo ‘Zambo’ Cavero y Augusto Polo Campos.
En enero del 2017 fue internado en el hospital Edgardo Rebagliati Según contó entonces su hijo Ronald Abanto, había comenzado a sentir molestias en la vejiga desde octubre del 2016. Fue operado a fines de febrero, pero siguió con problemas renales los próximos meses. Hasta que el 14 de junio de tal año partió hacia la inmortalidad.
Legado
Desde entonces, esta figura cumbre del acervo criollo nacional, encumbró más aquel emblema de la raza peruana: ‘Cholo soy’.
Todo un himno a esa mayoritaria población de cholos y cholas, en un país de ingas y de mandingas, en una nación que hierve de peruanidad en ese crisol de razas que brilla siempre.
Y es que, a lo largo de nuestra historia el ‘cholo’ siempre estuvo presente, en todos los ámbitos. En el arte, en el deporte, en la farándula; en la sociedad, en el barrio, y por el mundo entero.
Así es este país de de ‘cholitos’, ‘cholotes’,’cholazos’ y también preciosas ‘cholas’ caderonas.