El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, nos lo recuerda
Hasta antes de la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19 en el Perú, la pobreza concretada por la inacción de los gobiernos anteriores sucedáneos al respecto, incidió en el crecimiento exponencial del virus. Producto de ello y otros factores adicionales, el cuadro que estamos viendo se muestra tenebroso. Tremendo el reto de los futuros conductores del país.
En efecto, el país hasta antes de la llegada de la Covid-19 ya reconfirmaba familias con bajos recursos, sin ahorros y sin servicios básicos como el agua. Y es que, según el informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 6 de cada 10 hogares peruanos ya eran vulnerables, antes de la crisis.
Del total de hogares vulnerables, 4 millones se ubican en el área urbana y 1.8 millones, en el área rural. Aunque, en términos relativos, la mayor proporción de hogares se encuentran en espacios rurales (88%).
Características propias
En medio de la pandemia, las vulnerabilidades hídrica, financiera y laboral, es decir, las familias sin acceso al agua sin ahorros y sin trabajo son las más perjudicadas.
Por eso, el pronunciamiento del PNUD es contundente: 460 mil hogares peruanos no tienen agua ni ahorros y 570 mil hogares no tienen agua ni ingresos salariales. Esta realidad se refleja con mayor incidencia en el área rural.
Vulnerabilidades diversas
Según el PNUD, existen cinco tipos de vulnerabilidades
Vulnerabilidad monetaria: Hogares que no superan la línea de pobreza monetaria total
Vulnerabilidad alimentaria: Hogares cuyo consumo de alimentos no supera la regla calórica mínima
Vulnerabilidad laboral: Hogares cuya sumatoria de ingresos de los miembros no supera la remuneración mínima de S/930
Vulnerabilidad financiera: Hogares sin ningún tipo de ahorro, ya sea en el sistema financiero o fuera de este
Vulnerabilidad hídrica: Hogares cuyo abastecimiento de agua procede de camión, cisterna o pilón y no de una red pública.
(LPA)