Al menos 5.261 personas han muerto y casi 26.000 han resultado heridas en Turquía y Siria debido a los dos devastadores terremotos del lunes, mientras continúan las labores de rescate con el temor de que haya aún cientos o miles de personas atrapadas bajo los escombros.
Es el terremoto más importante en Turquía desde el ocurrido el 17 de agosto de 1999, que causó la muerte a 17.000 personas, un millar de ellas en Estambul.
Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria luchaban el martes contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya superó los 5.000 muertos.
La ayuda internacional debe empezar a llegar desde el martes a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas. La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7,8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak.
En Turquía, el número de muertos se elevó a 3.419 y 20.534 personas heridas, declaró el martes el vicepresidente Fuat Oktay.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, decretó el estado de emergencia por un periodo de tres meses en las diez provincias del sureste azotadas por el sismo.