Las protestas que se desarrollan en Cusco han afectado gravemente al turismo de esa región, la principal fuente de ingresos de gran parte de la población.
La paralización que acata un sector de la población de Cusco afecta severamente al sector turismo, la Cámara de Comercio de esta región confirmó que hasta fines de marzo se ha cancelado el 90 % de reservas turísticas.
Detalló que del promedio de 3,000 turistas que visitaban diariamente esta región, ahora llegan muy pocos viajeros que han podido ingresar en vuelos aéreos irregulares (por intentos de tomar el aeropuerto Alejandro Velasco Astete), pasar por vías bloqueadas después de treguas o simplemente caminar en medio de manifestantes y piquetes que no abandonan las carreteras.
“La plaza de Armas ahora es un desierto, en Machu Picchu habrá unos 200, o en el mejor de los casos 300 turistas al día y los otros parques (arqueológicos) también están desolados”, lamentó John Gonzales Chuchón, presidente de esta Cámara en diálogo con la Agencia Andina.
El vocero estimó, que en Cusco el 60 % de personas viven del turismo (directa o indirectamente), al formar parte de esa cadena que integran hoteles, restaurantes, agricultores, guías de turismo, transportistas, artesanos y otros, que ahora está “totalmente perjudicada”, subrayó.
Mala imagen
La crisis política, las constantes manifestaciones, bloqueos de vías, muertes tras enfrentamientos de la Policía con los manifestantes y la aparición de vándalos que cometen saqueos, repercute en el mundo, ya que los mismos turistas que lograron salir y la comunidad internacional, recomiendan no visitar Perú.
“Dicen por un lado ‘Perú es lindo, Cusco es bonito, pero hay mucha inseguridad’; y por otro lado recomiendan no visitar al Perú por el grado de inseguridad. La última recomendación es de Estados Unidos y Canadá, antes fue de Chile, Brasil, Ecuador y Colombia, también vi en redes que en Europa sugieren no venir al Perú, lo que muestra una situación caótica”, afirmó Gonzales Chuchón.
El turismo intentaba salir del grave impacto causado por la pandemia de covid-19 que los sumió en desgracia, el apoyo del gobierno con créditos “Reactiva”, los esperanzaba; sin embargo, ahora otro es el panorama, pues las deudas se arrastran y la recuperación para las pequeñas y microempresas es incierta por la crisis política.
Para el presidente de la Cámara de Comercio de Cusco es importante el diálogo entre el gobierno y dirigentes, pues la plataforma de lucha de la sociedad civil ya fue resuelta con el adelanto de elecciones para abril del 2024 y que la presidenta Dina Boluarte y los congresistas se irán después del año y medio.
La esperanza del sector turismo es que la recuperación se de a partir de abril y mayo, cuando se inicia la temporada alta, fechas en las que Cusco anuncia su mes jubilar que es en junio, y para ello será necesario revertir la actual situación, pero con anticipación.