La Enseñanza del Derecho en el Siglo XXI

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Una revisión de lo que hasta ahora tenemos

Por: Jesús Antonio Rivera Oré*

¿La universidad debe formar a los estudiantes de acuerdo con la demanda del “mercado profesional” o debe tener otros parámetros más trascendentes? ¿Cuáles son las funciones clásicas de la universidad? La docencia, la investigación científica y la extensión cultural, las cuales son cada vez más difíciles de cumplir, lo que determina una preocupación por rehacer el actual contexto universitario.

El escenario en el que actúan los abogados

Lo que se hace en la universidad, especialmente, en las Facultades de Derecho, no corresponde con lo que hoy demanda el mercado laboral y las necesidades empresariales del siglo XXI. Falta mucha profesionalización y sobra teoría en la articulación de los planes de estudios en la mayoría de las facultades y escuelas de Derecho. Desde luego, la teoría es más que necesaria, en los planes de estudio de las facultades de derecho

¿En este orden de ideas las Facultades de Derecho, deben formar a los estudiantes de acuerdo con la demanda del “mercado profesional” o debe tener otros parámetros más trascendentes? En lo que toca a las Facultades de Derecho, existe una fuerte corriente que rechaza la formación de los nuevos abogados por considerar que hay un gran número de estos profesionales en el mercado de servicios jurídicos, que les falta ciertas habilidades o destrezas, propias de la evolución del Derecho en el siglo XXI.

¿Cuál es nuestro sistema de enseñanza?

Existe un sistema de enseñanza del Derecho que reúne todos es­tos elementos de una manera particular. En sus grandes líneas, pode­mos decir que se pretende dar al alumno el conocimiento de los grandes conceptos y, complementariamente, el ejercicio práctico sobre los mismos; se estructura en torno a un plan de estudios en el que los aspectos más importantes del Derecho son abordados en clase parte por parte, no integradamente, impartiéndose mediante un trabajo de aula predominantemente magistral y con tendencia al trabajo memorístico.

¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la formación de un abogado?

La realidad no sólo nacional sino mundial, plantea constantemente nuevos retos a la formación profesional: cambia la velocidad de adquisición de los nuevos conocimientos, el Derecho se transforma con el desarrollo de la tecnología, particularmente con la que permite que las personas se relacionen e interactúen crecientemente.

¿Qué es aprender Derecho?

Saber Derecho es, manejar todas las variables de un problema determinado, encontrando las posibles soluciones, inspiradas en la intensa práctica profesional, una sólida teoría y fino conocimiento de la jurisprudencia nacional y de las convenciones internacionales.

Destrezas para ser un buen abogado

Las destrezas que se debe dar al alumno, para que sea un buen abogado, están en función de lo que hacen los abogados. Y ¿qué hacen los abogados? Eso lo sabemos todos, pero probablemente pocas veces nos hemos dado el trabajo de ponerlo por escrito haciendo una especie de clasificación.

En primer lugar, el abogado defiende. El abogado defiende ante los tribunales, el abogado defiende ante los organismos adminis­trativos. El abogado realiza un trabajo clásico de defensa. ¿Qué necesita entonces el estudiante y el abogado, para poder defender?

En este contexto, la información pasa a un segundo lugar porque puede obtenerla por su cuenta. Y esto es lo que, generalmente, hace el alumno porque en algunos países los cursos no abarcan todo

Hay una tercera destreza que es “el aplicar”, es la capacidad para usar correctamente los principios generales y los conceptos abstractos a si­tuaciones nuevas. Esto es muy propio del abogado, que aplica los conceptos abstractos y los principios generales a situaciones nuevas, es el trabajo, prácticamente, de todos los días del abogado, sin embargo, el aplicar es parte del proceso cognoscitivo de cualquier ciencia.

Luego, viene una cuarta destreza “el analizar”. Es la capacidad para identificar los elementos que componen una comunicación, por ejemplo, distinguir los hechos de los supuestos; el contenido re­levante del que no lo es, identificar las expresiones valorativas, objetivas, intencionadas, etc. Esto se llama análisis de elemen­tos. Muchas veces los alumnos no han aprendido a distinguir lo principal de lo secundario.

Finalmente, la quinta destreza, el individuo debe ser capaz de evaluar. Evaluar es la capacidad para emitir juicio de valor sobre ideas, trabajos, soluciones, métodos, haciendo uso de criterios o normas inter­nas. Por ejemplo, ¿cuál es la coherencia lógica o consistencia interna, o la externa? Entonces, vean ustedes la tremenda ri­queza que se logra a través de un proceso educativo.

*Abogado. Doctor en Derecho. Doctor en Educación. Doctor en Ciencias Políticas. Magister en Derecho Empresarial.  Abogado en ejercicio. Presidente del Capítulo Peruano de la Federación Interamericana de Abogados.

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