Fundación de Proyectos de Amor, hoy ayuda a casi 200 mil peruanos
La profunda depresión que provocó la muerte de un familiar hizo que una peruana se entregue en cuerpo y alma a ayudar a los demás. Dejó todo por colaborar con los más necesitados, con los enfermos, con los niños con cáncer y ancianos olvidados. Es la historia de vida de Wendy Bedoya, fundadora de Proyectos de Amor, organismo que ayuda a casi 200 mil peruanos.
– ¿Cómo y cuándo nace Proyectos de Amor?
Proyectos de Amor nace en el 2015. Con la muerte de mi abuela, yo entro en depresión, a los pocos días veo en redes sociales el pedido de ayuda para un niño y su mami que tras un incendio en su casa quedaron con el 70% del cuerpo quemado. El niño necesitaba mucho apoyo, necesitaba varias operaciones, y al ver esas fotos, algo sucedió en mí, tuve la necesidad de contactarme, no solo para ayudar económicamente sino que quería conocerlo, convirtiéndose Mario en mi primer caso de ayuda.
Ver a Mario mejorar tanto me hizo sentir de una manera que no puedo ni describir, esa sensación de dar, esa sensación de saber que en algo pudiste ayudar a otros se volvió adictiva en mí y me hizo superar mi tristeza. Ese día descubrí que nací para ayudar. Ahora Mario estudia para ser cirujano y ayudar a otros niños como él.
-¿Cuál es la función principal de esta noble organización?
La misión de Proyectos de Amor es mejorar la calidad de vida de las personas o comunidades en estado de vulnerabilidad a lo largo de todo el Perú mediante 10 iniciativas solidarias y 3 proyectos. La idea es devolverle la felicidad al beneficiado, no solo cubriendo sus necesidades inmediatas, sino a largo plazo.
-¿Quiénes integran Proyectos de Amor?
Proyectos de Amor tiene cientos de personas atrás, como un increíble grupo de voluntarios que, día a día, nos regalan su tiempo y dedicación, así como donantes, empresas aliadas y diferentes organizaciones que creen en nosotros y apoyan nuestra causa. Ahora, por la pandemia y los protocolos de seguridad, muchos de los voluntarios trabajan desde casa, solo salen a las diferentes entregas el chofer, un ayudante y uno o dos voluntarios. Lo bonito de tener varias iniciativas es que cada una de ellas tiene su propio equipo de voluntarios.
-¿Qué objetivos se han alcanzado hasta este momento?
Aproximadamente, Proyectos de Amor ayudaba hasta el 2019 a un promedio de 85,000 personas al año, pero con la pandemia el 2020 doblamos esa cifra. Solo nuestra iniciativa “Cuarentena sin hambre” a entregado más de 83.000 almuerzos saludables en 115 ollas comunes y más de 7.500 canastas de víveres a abuelitos vulnerables. Tenemos presencia en la Costa, Sierra y Selva en departamentos como Arequipa. Piura, Puno, Cusco, Junín, Trujillo por citarte algunos ejemplos.
-¿Cómo pueden hacer las personas o empresas para ayudar a través de Proyectos de Amor?
Para apoyarnos no solo tiene que ser como donante, que claro también son necesarios, sino también como voluntario y no es necesario tampoco que todos los voluntarios salgan a la cancha a hacer entregas, muchos nos vienen apoyando desde sus casas, desde ayudarnos a conseguir cosas para alguna ayuda determinada o simplemente compartiendo nuestros post para llegar a más personas. Toda ayuda es bienvenida, puedes ingresar a nuestras redes sociales, mandarnos un mensaje o un correo a voluntariado@proyectosdeamor.com y nos ponemos en contacto.
-Además de la ayuda social, ¿Qué otras actividades (deportivas o culturales) promueven y realizan a favor del país?
Proyectos de Amor maneja 10 iniciativas solidarias a favor de las personas o comunidades más vulnerables de nuestro país como los son: “Mi cumple con propósito”, “Voluntariado hospitalario”, “Voluntarios sobre ruedas”, “Lanas de amor, “Sanar jugando”, “Abrigando con amor”, “Alimentando con amor”, “Adopta un abuelito”, “Educando con amor” y “Ayudando con Amor”. Cada una de ellas ayuda de diferentes formas, pero con un mismo fin el devolverle la felicidad al beneficiario y también tenemos dos proyectos como son “Nuestros triciclos porta quimioterapia” y “Baby Esperanza” creados pensando en los niños con cáncer que vemos en nuestro voluntariado en neoplásicas.