Por Octavio Medina (*)
A mediados de diciembre pasado, tuve la oportunidad de ir al Jr. Paruro para ver unos repuestos para mi ordenador y ver si había novedades en las casas de instrumentos que suele estar por esa zona. Una vez que solucioné mi problema y disfrutar de los instrumentos vistos, me di cuenta que estaba en el cruce de Jr. Puno y Jr. Paruro, entonces me entró la curiosidad de pasar por la facultad de medicina de San Fernando, donde solía esconderme del ruido con mi primera enamorada y pasar momentos deliciosos. Ver al costado de la facultad, lo que alguna vez fue el cine “Apolo” y que hoy son tiendas y almacenes, mientras caminaba me sumía en la nostalgia así que decidí continuar caminando y seguí por Jr. Puno hasta el Jr. Huánuco. Allí me encontré con el Parque de la Medicina y con la majestuosidad del Hospital 2 de Mayo, viré hacia la izquierda y a unos metros me encontré con la iglesia de Cocharcas, en la acera del frente, unos metros más allá, recuerdo se encontraba la cancha de “Buenos Aires” donde solíamos tener partidos candentes con la gente del barrio. Un poco más allá todavía subsiste el callejón del Ponce eso está casi en el cruce con el Jr. Cuzco, y allí nomás está la hermosa Plazuela de Buenos Aires. A su costado el callejón San José, también lo que fue el cine Conde de Lemos y hace muchos años que no existe la famosa panadería pastelería “Azato” que estaba casi al frente de la pileta de la plazuela.
Continué mi caminata por el Jr. Huánuco, donde estaba el cine Buenos Aires, hasta la esquina de Junín en donde está el ángulo, donde también nace el Jr. Lucanas, donde está la quinta de dos, en que vivió Miguel Tapia, y frente a su balcón está la hermosa iglesia “Nuestra Señora del Carmen”, donde las monjas en claustro preparan unos limones rellenos de manjarblanco deliciosos.
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Decidí seguir por el mismo Huánuco hasta el Jr. Áncash, en donde se encuentra la linda Iglesia de Sta. Clara, junto a la iglesia empieza el jr. Jauja, más conocido como la calle de los suspiros, y frente a dicha iglesia, su plazuelita pequeña pero agradable donde reinó por los años 50’s el gran y tristemente Tatán (mítico delincuente a quien se le comparaba con Robin Hood), en la calle de “las carrozas” y alrededores. Continué mi recorrido por el jr. Ancash, pasé por el mercado y llegué a la iglesia de las Mercedarias, a su costado esta la plazuela Ramon Espinoza y lo que fue el cine Continental en el cruce con jr. Maynas.
Unos metros más allá se encuentra el antiguo hospital Mogrovejo (hoy el Instituto de Ciencias Neurológicas), casi con la calle Manuel Pardo. Seguí mi camino subiendo aún más y pasé por el jr. Huari. Unos minutos después, llegue a la av. Los Incas donde está la iglesia de Santo Cristo. Doblé hacia la derecha, y algunas cuadras más allá está, aún en buen estado, el colegio Tupac Amaru. A la espalda de este, la tranquila plazuela de Santoyo, bien empedrada, y la iglesia del mismo nombre al frente. Volví a la av. Los Incas y también pase por el colegio Alipio Ponce que fuera la Escuela de Policía, anteriormente el Hospital Civil de la Misericordia o el Manicomio del Cercado. En la siguiente cuadra, lo que fue el cine Huáscar, hasta el jr. Miro quesada volteé la derecha y llegue al siempre famoso cinco esquinas, donde unos metros más se ubica la antigua piscina municipal “Virrey Toledo”, y siempre me pregunto quién no se ha bañado en esa piscina cuando vivió en Barrios Altos.
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Bajé por el jr. Junín y me detuve un par de minutos en la iglesia Nuestra Señora del Prado, hice lo mismo en la casona donde nació Felipe Pinglo y seguí descendiendo hasta llegar a la quinta Baselli, esa quinta siempre me dio la impresión de que tiene algo veneciano, y también recuerdo que fue la primera vez que Miguelito Tapia y yo debutamos musicalmente con instrumentos en el cumpleaños de no sé exactamente quién. Seguí mi camino, y pude encontrarme con lo que fue mi colegio de en mis 2 primeros años de primaria, Luis Benjamin Cisneros (que ya no existe), los siguientes dos los hice en el República Argentina que está a la espalda del jr. Junín en la calle los naranjos, y terminé mi primaria en un colegio de La Victoria. Seguí bajando, y entré a la calle Matías Maestro. Casi en pleno ovalo se encuentra lo que fuera el gran cine teatro Lima, recuerdo que en los 70’s se le intentó reflotar cuando tocaban bandas de rock, como Up, Lapsus y el Ácido, no sé qué paso en realidad, pero hoy luce abandonado. Retorné y continué mi camino por el jr. Junín, y pasé por la quinta Heeren, que es todo un oasis, pero ya no dejan pasar a nadie, a menos que se haga una previa coordinación, o tour. Ya les contare mis aventuras y anécdotas con DUDÓ en ese hermoso lugar.
Bueno, hasta aquí la primera parte de mi tour por lo que siempre fue mi barrio, Barrios Altos, en donde crecí y me desarrollé. Un lugar donde tuve hermosas experiencias, tremendas fiestas y polladas, donde jugué los mejores carnavales de mi vida con agua, betún, talco y cierre de fiestas con orquesta en la hermandad de la Virgen del Carmen. Tardes de peloteo y noches intensas entre bicicletas, chicas, cines y parques. Solo muy dentro de mí y para todos ustedes, Mi Barrios Altos Querido. Amigos cuídense mucho y pronto nos vemos.
(*) Octavio Medina es un reconocido músico de la movida rockera en el Perú. Líder, fundador, compositor, y ahora cantante de la legendaria banda de Rock, Dudó.
