POR MAT MORGAN
El Perú debe ajustarse los cinturones y estar preparado ante el crecimiento exponencial de los muertos por el coronavirus, pese a los esfuerzos del gobierno, que empieza a dar muestras de que el problema sanitario y sus consecuencias económicas y sociales empiezan a desbordarlo.
La inmensa cola de enfermos, que esperan ser atendidos en el Hospital Dos de Mayo, refleja que los servicios médicos están en su punto límite, incluido el nosocomio de Ate, acondicionado especialmente para atender casos de Covid 19. Parece que las torres de Villa El Salvador tampoco han solucionado nada.
Ante la avalancha de contagiados, los médicos y enfermeras, en diferentes nosocomios, con justa razón reclaman por la entrega de mascarillas y otros implementos de seguridad para que ellos no terminen infectados y convirtiéndose en parte de la crisis, justamente cuando más se les necesita.
Con el avance del virus, hasta los muertos empiezan a ser otro grave problema, al comprobarse que las pocas cámaras de incineración que funcionan en Lima trabajan las 24 horas del días, al tope de su capacidad. Y ya empiezan a formarse colas de cadáveres que esperan turno.
Con el avance del virus, hasta los muertos empiezan a ser otro grave problema, al comprobarse que las pocas cámaras de incineración que funcionan en Lima trabajan las 24 horas del días, al tope de su capacidad. Y ya empiezan a formarse colas de cadáveres que esperan turno.
El destino de los finados exige una decisión enérgica y decidida, más aún al constatarse que, en menos de tres días, han muerto más de cien personas y la tendencia va en aumento. En aras de la salubridad pública, no debería descartarse la apertura de fosas comunes temporales, como en Estados Unidos.
Desde el gobierno se afirma que el pico de la epidemia será el 21 de abril, luego vendrá la meseta y el esperado declive. Sería bueno evitar el optimismo por adelantado frente a un enemigo invisible y mortal, que avanza inexorable pese a la cuarentena que, bajo este contexto, todo apunta a que será ampliada unos días más.
Mat Morgan