Judith ama a Kevin, pero siente que él ya no se interesa por ella en el plano sexual. Mariano también está enamorado de Viviana, pero siente que sexualmente sus relaciones se han convertido en una rutina y ya no hay novedad. ¿Se puede amar a la pareja, pero no desearla al mismo tiempo? ¿Cómo mejorar este aspecto en las parejas?
Esto solo se puede mejorar si se tiene inteligencia erótica. Sí, lo leyó bien, INTELIGENCIA ERÓTICA. Así como existen diversos tipos de inteligencia como la lógica, espacial, musical, emocional, etc. también existe este tipo de inteligencia. ¿Pero exactamente a qué se refiere?
“La inteligencia podría definirse como la capacidad de resolver problemas. Por erótica, se entiende la capacidad de estar en relación consigo mismo y con los demás a los otros, de crear vínculos y afectos. Entonces, la inteligencia erótica sería aquella capacidad de resolver problemas relativos a nuestra condición de seres eróticos”, menciona Sara Mendoza, experta en salud sexual y reproductiva.
Por su parte, Esther Perel, psicoterapeuta de pareja que ha trabajado este concepto, menciona que el tener una alta inteligencia erótica se evidenciará cuando dos personas que lo desean, puedan convivir juntas, durante el tiempo que lo deseen, pese a las múltiples dificultades que van a tener que afrontar en ese propósito de persistir vinculadas.
Para ser inteligentes eróticamente, se requiere poseer conocimiento en el campo de la sexualidad, el cual deberá estar basado en información científica. Se debe tener la capacidad para auto conocerse en sus aprendizajes, deseos, gustos, fantasías, limitaciones, etc. y, por último, desarrollar la capacidad para conectar con el otro, reconociendo que también es un ser sexual que merece ser tratado con empatía y honestidad.
“La inteligencia erótica puede sumar mucho bienestar a la vida personal y de pareja. Cuando se aprende y desarrolla, la vida sexual se vuelve más placentera, libre de miedo, culpa o tristeza. Las claves para ser sexualmente inteligente se basan en la auto conciencia y aceptación”, agrega Perel.
Esta capacidad para gestionar la sexualidad sobre sí mismo e intentar satisfacer a la pareja, puede desarrollarse. Aquí te brindamos algunas recomendaciones: explora tu cuerpo, descubre las zonas más sensibles, tus gustos o disgustos, tu respuesta sexual, sin dejar de conocer tu mente, tus deseos, fantasías, experiencias previas y límites para ejercer tu sexualidad.
Además de comunicar claramente todos tus deseos, ya sea para iniciar o rechazar cualquier práctica sexual, o elegir libremente el uso de métodos anticonceptivos para evitar el embarazo no deseado, y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
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