Por Octavio Medina (*)
Estamos a pocos días de las celebraciones navideñas. Como cada año, en todo el mundo, hay millones de personas cautivadas por los acontecimientos que rodearon el nacimiento de Jesús, y en prueba de ello, existen las escenas navideñas, obras de teatro, sinfonías, canciones, villancicos y más, que representan la Navidad. Sin embargo, tales acontecimientos no han quedado registrados en la Biblia para entretenernos, más bien forman parte de las escrituras que Dios inspiró para enseñar.
Hay quienes dicen que, si Dios hubiera querido que los cristianos celebraran el nacimiento de Jesús, nos habría indicado la fecha exacta de su nacimiento en la Biblia. Solo se menciona que Jesús nació en la temporada en que los pastores pasaban la noche a la intemperie, vigilando los rebaños. Y según Albert Barnes, escritor del Siglo XIX: “…de este hecho se desprende claramente que nuestro salvador nació antes del 25 de diciembre. En esa época del año hace mucho frío, sobre todo en la montañosa y elevada región de Belén. Dios ha mantenido oculta la fecha del nacimiento de Jesús; no debía ser muy importante conocer la fecha; si lo hubiera sido habría dejado constancia de ella.”. En cambio, los Evangélicos, indican con toda claridad qué día murió Jesús.
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La Biblia no recoge ningún mandato similar acerca de celebrar, ni el cumpleaños de Jesús, ni el de ninguna otra persona. La primera vez que se celebró la Navidad fue en el siglo IV, según la historia romana, y esta marcaba el final de la cosecha y el solsticio de invierno. Algunas costumbres de esas celebraciones, que aún perduran, incluyen decorar casas con vegetales, dar regalos, cantar canciones y comer alimentos especiales; y tomó más arraigo, sobre todo en Europa, con la leyenda de San Nicolás (el cual se cree que fue un obispo que provenía de Asia Menor). Es considerado el santo patrón de los niños, los marineros y los pobres, y su fiesta estaba señalada cada 6 de diciembre, en donde los regalos se entregaban el día anterior, y la tradición estaba muy arraigada en los países que hoy forman Europa desde el siglo XII. Debido a que las celebraciones de San Nicolás y la Navidad estaban separadas por pocos días, sus tradiciones fueron ajustadas a la misma fecha (24-25 de diciembre), por motivos puramente comerciales.
San Nicolás se ha convertido en uno y muchos personajes a la vez, según los países: en Holanda está Sinter Klaas; en Gran Bretaña, Papa Noel da regalos; Pére Noel hace lo mismo en Francia; y en Alemania, San Nicolás ha tenido muchos nombres como Klaasbuur, Burklaas, Rauklas, Bullerklaas y Sunnerklaas. El nombre de Papa Noel es muy popular en todos esos países (incluidos los latinos), y en el caso de España, le está ganando terreno a Los Reyes Magos. En EEUU, el “Sinter Klaas”, de los colonos holandeses, se convirtió en el Santa Claus Yankee.
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La Iglesia católica romana, en el año 1969, eliminó la fiesta de San Nicolás de su calendario alegando que su vida estaba poco documentada.
Para los latinos, se usa la palabra Navidad en vez de la Natividad (el nacimiento de Cristo).
La palabra anglosajona “Christmas” proviene del término antiguo inglés “Cristes Maess”, que significa “la misa de Cristo”.
Santa Claus, anteriormente, fue retratado como un duende vestido de traje verde, hasta que, en 1931, los anuncios de la Coca Cola lo retrataron de tamaño humano y vestido de rojo y blanco.
Y la primera Navidad en América Latina fue celebrada el 25 de diciembre de 1492 en la Hispaniola, isla que actualmente conforma Haití y República Dominicana. Fray Pedro de Gante, en una carta a Carlos V, le cuenta que mantuvo la música de los cantos indígenas, pero les cambió la letra y, a su vez, compuso versos solemnes en honor a Dios.
Como ustedes pueden ver, la Navidad está rodeada de algunos misterios históricos y simbólicos, que hacen aún más atractiva esta fiesta que celebramos todos.
Para terminar, les recomiendo, en términos musicales, una bella recreación de esos clásicos villancicos que todos conocemos, interpretados sobre la estructura y esqueleto de canciones de The Beatles, hecha por una banda danesa llamada Rubber Band.
Por ejemplo, “Noche de paz” adopta la forma de “Lucy in the Sky with Diamonds”; “Santa Claus is coming to town” en “Eight days a week”; “Rockin’ around the Christmas Tree” en “I saw her standing there”; “Feliz Navidad” en “No reply”; “Jingle Bells” en “Love me do”, y así sucesivamente. Amigos, este álbum se los recomiendo para que disfruten unas navidades familiares y rockeras a la vez. Aunque los tiempos de pandemia aún persisten, pronto vendrán días mejores. Bueno, como siempre les digo, cuídense y pronto nos vemos.
(*) Octavio Medina es un reconocido músico de la movida rockera en el Perú. Líder, fundador, compositor, y ahora cantante de la legendaria banda de Rock, Dudó.