Por Octavio Medina
Bueno amigos, cómo están. Ya empezó el mes de noviembre, y creo que es momento de echar una mirada, ahora, a los compositores de música clásica. Músicos que murieron muy jóvenes, la mayoría de ellos ni siquiera llegaron a los 40 años, pero tuvieron una vasta creatividad y producción de obras musicales geniales que son la columna vertebral de la música actual.
Se puede decir, con toda seguridad, que nacieron para eso, y cómo no pensar en lo compleja que es la naturaleza y sus designios. Como si hubiera una inteligencia eterna y gigantesca que acomoda todas las piezas para resaltar la importancia del arte y nuestro valor como seres humanos.
Y comienzo este pequeño, pero significativo, recuento con Franz Schubert (Austria), nacido cerca de Viena, la capital de ese país. Vivió sólo 31 años, hasta que fue vencido por una enfermedad venérea.
Sin embargo, en tan breve lapso de vida, pudo escribir numerosas óperas. A los 18 años ya había compuesto cinco de ellas. Entre sus óperas famosas están “Rosamunda”, el “Ave María”, su inmortal “Serenata”, y sus “Momentos Musicales”.
Y ahora me referiré a otro compositor genial, quizá el mejor de todos, también austríaco como Schubert, y que vivió solamente 35 años: Wolfgang Amadeus Mozart.
A los 31 años, Mozart creó una de sus dos óperas más famosas: “Las bodas de Fígaro” y “Don Giovanni”. No llegó a cumplir los 36 años por una infección de estreptococos, cuando se encontraba escribiendo “Réquiem” que quedo incompleta, y dos meses antes de morir salió de su espíritu y talento, la ópera “La Flauta Mágica”.
Otro destacado músico fue George Bizet (Francia). Vivió sólo 37 años, pues murió de cáncer de garganta. Bizet creó unas 6 o 7 óperas conocidas universalmente, como “La Traviata”, “Il Pagliacci”, “La Boheme”, “El Barbero de Sevilla”, “Rigoletto”, y la genial ópera “Carmen”.
Solo 38 años vivió Félix Mendelssohn (Alemania), gran pianista. Su prematuro fallecimiento se debió a un derrame cerebral. A los 17 años pudo crear su eterna “La Marcha Nupcial”.
Esta, fue inicialmente una de las 12 partes de una comedia musical que él había escrito y que se llamó “Sueño de una Noche de Verano” basada en un libro de Shakespeare.
Y para el final de esta nota, de hecho, incompleta, hay un compositor polaco, que es quizá el único creador de música clásica que suele llegar también a aquellos que no aman ese tipo de música. Se llamó Federico Chopin, que murió de una tuberculosis tan solo a los 39 años. Creó solamente música para piano, pero logró una mezcla inigualable de poesía, belleza y fantasía.
Fue también uno de los más grandes pianistas de su tiempo junto con Franz Liszt. Quién no recuerda de Chopin sus once polonesas, sus nocturnos, sus mazurcas, sus valses brillantes.
¿Pudieron dar más?, claro que sí, pero la naturaleza y el destino les otorgó una corta vida terrenal, pero una eternidad para los oídos y mentes de quienes apreciamos la belleza de sus obras. Todos ellos, con gran inteligencia hicieron de la música un arte, y vaya que trascendieron por los siglos de los siglos.
Amigos espero que me sigan todas las semanas, para seguirlos aburriendo con un poco de historias musicales, vivencias y opiniones. Ya saben, cuídense, no salgan mucho de sus casas, mantengan su distancia, y que Dios los bendiga.
¡Nos vemos pronto!