Lizeth Chambi es la primera estudiante del altiplano que recibe un dispositivo electrónico y ahora podrá acceder a “Aprendo en casa”
Los 46 escolares de la institución educativa N° 72261 del centro poblado Jasana Pocsellin del distrito de Taraco, en la provincia de Huancané, en Puno, quienes corrían el riesgo de abandonar el sistema educativo por la escasa conectividad y la falta de equipos tecnológicos, podrán ahora acceder a la estrategia educativa “Aprendo en casa” con la ayuda de las modernas tablets que les ha entregado el Ministerio de Educación (Minedu).
Lizeth Milagros Chambi Quispe (12) estudia en el 6° grado y es la primera alumna de la región altiplánica que recibe una tablet del primer lote del proyecto concebido para cerrar la brecha digital y que favorecerá a más de un millón de estudiantes y docentes de zonas rurales y urbanas focalizadas del país.
El ministro de Educación, Martín Benavides, en compañía del presidente del Consejo de Ministros, Walter Martos, visitó esta zona del país para entregar dispositivos electrónicos a los alumnos de 4°, 5° y 6° grado de primaria que viven sobre los 3900 metros sobre el nivel del mar y que tenían problemas para acceder a la estrategia educativa multicanal diseñada para continuar con el servicio educativo durante la emergencia sanitaria.
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De esta manera, ellos podrán seguir estudiando de manera remota con las tabletas, un recurso educativo que cuenta con 37 aplicativos, más de 3000 contenidos pedagógicos, Apps y sistemas de aprendizaje diseñados por el Minedu para los alumnos de Educación Básica Regular, Educación Intercultural Bilingüe y Educación Especial.
Querer es poder
Lizeth Milagros, la niña referente de la escuela N” 72261, es un claro ejemplo del dicho “querer es poder”, pues a pesar de no contar con aparatos tecnológicos sofisticados ni acceso a internet, hizo denodados esfuerzos para seguir las clases a distancia en condiciones precarias.
“Este año solo fui tres días a la escuela, luego nos prohibieron salir de nuestras casas, no sabíamos qué hacer, después de un mes mi profesor llamó para comunicarme que íbamos a estudiar a distancia. No entendía cómo era; tuve que escuchar la radio y ahí empecé con las tareas, fue difícil al principio”, cuenta la menor.
Lizeth Milagros refiere que sus padres, cada cierto tiempo, recargaban con S/ 5 el viejo celular de la familia para dedicarlo exclusivamente a recibir las tareas escolares. Por suerte, ahora tiene en sus manos una moderna tablet de 8” pulgadas con procesador de 4 núcleos, capacidad de 2GB de memoria RAM y almacenamiento interno de 32 GB, que le permitirá navegar en internet y adquirir nuevos conocimientos.
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Ella y sus compañeros de la escuela también disponen de Apps instaladas en las tablets, que funcionan con y sin internet. En las zonas que tienen conectividad, los dispositivos incluyen un chip de datos, y en las áreas rurales sin electricidad, contarán con un cargador solar.
A pesar del gélido clima que reina en la zona, Lizeth Milagros aprovecha las horas libres para ayudar a su madre en la alimentación de los animales que cría y cortar el pasto. Durante el confinamiento social incluso aprendió a ordeñar a Teresa, la vaca que pasta en los campos aledaños a su humilde casita, ubicada a 4 kilómetros de la escuela.
“En un momento me puse triste porque extrañaba ir a clases, participar en el aula, jugar con mis amigas durante el recreo. Todo ha cambiado y nada es lo mismo, pero confío en que esto pasará para volver a la escuela como antes”, dice mientras comienza a descubrir los secretos de la tablet que acaba de recibir.