Por: Luis A. Pardo Altamirano
Ante la inaceptable insolencia de cómo se maneja el país, apelamos al consultor César Alfredo Vignolo para sus atinados conceptos al respecto
La expresión latina manu militari significa literalmente ‘con mano militar’, es decir, por la fuerza de las armas, ¿así se está manejando al país don Cesar?
Sí, al caos nacional provocado desde el Ejecutivo se suma hoy una sombra militarizada que evidencia más la fragilidad institucional y deja a su suerte a las mayorías entre la pandemia, la economía adversa y este vendaval de lacra política que hace de las suyas.
¿Macondo es nada, don César?
Sí, se oye hablar de militares con la posibilidad de un horizonte de sombras de dictadura, con soldados, rifles, cañones y tanques…
¿Pero, aun en ese espectro qué dice la ley?
El Artículo 167 de la Ley de leyes, sostiene que el presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, más aún, el Artículo 169 preceptúa que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no son deliberantes. Están subordinadas al poder constitucional.
¿Sin embargo, en clara violación a la Constitución Política y en un ataque directo al Legislativo se emitió un pronunciamiento del Ejecutivo?
Sí, y estuvo encabezado por el jefe del Gabinete Ministerial, el general EP en situación de retiro Walter Martos, quien estuvo acompañado por el ministro de Defensa, también general EP en situación de retiro Jorge Chávez, el ministro del Interior, César Gentille y la ministra de Justicia, Ana Neyra.
¡Los militares del Gobierno de Vizcarra?
En efecto. Y lo más grave, estuvieron presentes el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., general EP César Astudillo, el comandante General de la Marina de Guerra del Perú, Almirante Fernando Cerdán, el comandante General del Ejército, general EP Orlando Celiz, el comandante General de la Fuerza Aérea del Perú, general del Aire Rodolfo García y el comandante General de la Policía Nacional del Perú, general Orlando Velasco.
Después de esto que ensombrece más a Vizcarra, hay un cruce de hechos confusos a través de otros militares del Congreso y representantes de partidos como Acción Popular
Si, hay una degradación extrema en los tradicionales partidos que ya no lo son, con aventureros generales que al obtener poder acuchillan al partido con el que lograron un escaño, eso tiene un nombre: deslealtad.
¿Por más que luego se muestren ‘arrepentidos’?
Sí, ahí el caso del presidente del Consejo de Ministros, quien se pronunció tras confirmarse el intento de comunicación con altos mandos de las FF.AA. por parte del presidente del Congreso y pidió “perdón al fundador de Acción Popular, Fernando Belaúnde Terry, por el accionar de algunos integrantes de esa agrupación que intentan manchar el prestigio del ex mandatario”.
Un ‘militar de democracia’ al servicio de la violación del Estado de Derecho
Sí pues, además sumo una pregunta: ¿Qué puede saber un militar de democracia si fueron partícipes del golpe del general Velasco? Que participaron del autogolpe del 5 de abril de 1992, por el cual muchos militares purgan condena; o aquellos que se prestaron a la “denegación fáctica” ante el cierre del Congreso el 30 de setiembre del año pasado y -presurosos, cuales geishas- fueron a rendirle pleitesía al felón Vizcarra.
El ministro de Defensa, Jorge Chávez Cresta, aseveró que la actitud del presidente del Congreso, “…ha sido temeraria al pretender involucrar a las Fuerzas Armadas en un proceso político del cual los comandantes generales se mantienen absolutamente al margen en estricto respeto al principio no deliberante de las Fuerzas Armadas”
Nada más falso ¿Entonces qué hacían en Palacio toda esa comparsa de oficiales de altísimo rango, quienes están en pleno ejercicio?
Señor Vignolo, a lo largo de la historia del Perú, las FF.AA. -en especial el Ejército- se convirtieron en actores políticos, llegando a tomar el poder en varias ocasiones e instaurando por la fuerza proyectos autoritarios, ¿cabe hoy esa posibilidad?
Reitero ¿qué hacen tantos militares en Palacio de Gobierno? Esperemos que la estupidez no prospere. Pero eso sí, destacaré siempre el normal desempeño de las FF.AA. que son instituciones importantes en el funcionamiento del Estado. Ya que, tradicionalmente están encargadas de la Defensa Nacional, frente a los enemigos externos e internos, para salvaguardar la supervivencia de la Nación. Sobre la base de esta delicada misión y del poderío bélico que manejan, los países adoptantes del sistema democrático han dispuesto la prohibición de una posible intervención de estas instituciones en los asuntos políticos.
A lo que hemos llegado. ¿‘Prohibido olvidar’ maestro?
… Ah, sí, vale, póngala, usted sabe más que yo en esos temas musicales
Gracias don César
