Sin brújula, ni liderazgo…

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MI TRIBUNA
* Por: Augusto Reyes Landa


Sin lugar a dudas nuestro país se encuentra atravesando uno de los peores momentos de su historia social, política y económica; sin brújula, carente de liderazgo y huérfana de una hoja de ruta real, viable y moderna que nos brinde esperanza de solución a la crisis actual. Esto ha sido una constante de los gobiernos de turno de estos últimos años y que dicho sea de paso hemos batido algún récord de gestiones gubernamentales del ejecutivo que solo posan para la foto sin ningún resultado positivo en la población peruana, sobre todo en el peruano de a pie; a todo esto se adiciona la inoperancia e ineptitud de las principales instituciones tutelares estatales y autoridades que no cumplen sus funciones, se hacen de la vista gorda y cobardemente miran para otro lado protegiendo así a sus allegados y sueldos que es lo único que les interesa, dando la espalda al pueblo que es el que paga los honorarios de su incapacidad profesional.
Para ubicarnos en un escenario viable a la solución de este caos tenemos que crear un ambiente con políticas frontales adecuadas en temas legales que sirvan de herramientas para luchar principalmente contra la corrupción enquistada en las más altas esferas sociales y gubernamentales, este cáncer mundial es la columna vertebral de todos los males como es el terrorismo urbano, el sicariato, crimen organizado, feminicidios, violaciones y muchos actos delictivos más, que a la larga quedan en impunidad total; lógicamente que estos beneficios judiciales son de acuerdo a la billetera que maneje el acusado sino recordemos algunos pasajes delictivos de los famosos hermanitos, cuellos blancos y muchos otros casos emblemáticos que forman parte de nuestra putrefacta justicia peruana y que nuestro pueblo olvida debido a la constante producción de nuevos escándalos que aparecen cada día o por la alarmante ola de asesinatos diarios que se suman a la nefasta estadística peruana.
Según mi humilde opinión lo que está ocurriendo en nuestro país solamente es la respuesta de la falta de liderazgo en el ejecutivo, la cobardía para tomar decisiones valientes; la señora Presidente como jefe de estado, bien podría convocar un grupo humano de especialistas del más alto nivel en las diferentes áreas, equipo totalmente técnico y operativo que tenga respuestas rápidas y ejecutoras, con reformas legales adecuadas, sobre todo moderno acorde a la actualidad, evitando en la convocatoria compadrazgos, acomodos a conveniencia personal o partidaria. Aunque sé que este pedido es una utopía por lo menos libero mi conciencia de ser actor pasivo de la historia.
Para empezar, la inseguridad ciudadana y la criminalidad ascendente en el país, es aquí donde se requiere modernidad y reglas claras porque a mi entender tengo claro que el modus operandi de la criminalidad de hace 20 años atrás, no es la misma actualmente y seguimos luchando con modelos obsoletos de hace una o dos décadas, antes no contábamos con las herramientas informáticas y digitales, sofisticados equipos de comunicación que permiten manejar extorsiones y asesinatos por encargo desde el interior de los penales, no teníamos la frialdad de los delincuentes extranjeros que han invadido el país ante la inoperancia e incapacidad de los operadores de justicia nacional y que dicho sea de paso les falta pantalones para sentenciar ejemplarmente a esta lacra social ya sea por las amenazas que reciben o por la corrupción en la que se encuentran envueltos, estos modelos avanzados de criminalidad han servido a los nacionales como un post grado en sus carreras delictivas elevando a muchos de ellos como sicarios profesionales.

Para nadie es un secreto que el Perú cuenta con uno de los mejores servicios de inteligencia de América, la PNP cuenta con la información integral de las bandas delictivas, pero falta lo principal… Decisión política para actuar, real apoyo legal ante las acciones judiciales, asistencia médica integral, seguridad para que en casos extremos sus familias no queden en total desamparo o mendigando sus derechos y sobre todo dotarlos de logística adecuada para enfrentar a estos indeseables. La delincuencia sin embargo cuenta con dinero para comprar y silenciar autoridades, vehículos de alta gama, sofisticado armamento financiado como es de suponer por el narcotráfico, la minería ilegal entre otras fuentes de apoyo a estos.
No pretendo con este comentario santificar a la PNP que no ha sido la excepción en temas de corrupción y que al parecer algunos de sus emblemáticos casos también gozaron de impunidad, pero tenemos que reconocer que existen muchos policías que honran el uniforme, se enfrentan, los hieren, capturan delincuentes, muchas veces ofrendan su vida en cumplimiento del deber; sin embargo, al siguiente día el malhechor se pasea delante de él y de su víctima mofándose, amenazando y volviendo a las andanzas; todo gracias al famoso arreglo con fiscales y jueces que justifican su corrupto comportamiento escudándose en ridículos argumentos que van desde un signo de puntuación mal puesto hasta la supuesta falta de pruebas a pesar de haber sido capturado en flagrancia, por así decirlo.
Hasta la próxima, Dios mediante…

«La inseguridad ciudadana y la criminalidad ascendente en el país, es aquí donde se requiere modernidad y reglas claras porque a mi entender tengo claro que el modus operandi de la criminalidad de hace 20 años atrás».

 

(*) Analista político y comunicador social.

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