Jhordy Rojas Seguil, líder de la peligrosa organización, fue detenido junto a otros siete integrantes tras un minucioso operativo de Carabineros en el barrio Recoleta
En un contundente operativo en el barrio Recoleta de Santiago de Chile, Carabineros lograron la captura de Jhordy Rojas Seguil, un ciudadano peruano de 31 años identificado como el líder de la facción chilena de la peligrosa banda criminal ‘Los Pulpos’.
Rojas, quien llevaba una década prófugo de la justicia peruana y utilizaba la identidad de su tío para evitar ser detectado, fue detenido junto a otros siete integrantes de la organización, entre ellos cinco peruanos y tres venezolanos.
La intervención, que se llevó a cabo tras meses de seguimiento e interceptaciones telefónicas, permitió no solo la captura de estos criminales, sino también la incautación de armas con números de serie borrados y 13 teléfonos celulares, lo que sugiere la posible implicación de la banda en actividades de extorsión en territorio chileno.
Rojas Seguil es considerado de alta peligrosidad, según indicaron las autoridades chilenas. Con una orden de extradición emitida por Perú en septiembre de 2023 por el presunto delito de sicariato, Rojas había logrado evadir a la justicia desde 2013, cuando fue vinculado con el asesinato de una empresaria panadera en el distrito limeño de Santa Anita.
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A pesar de la captura de su cómplice, Rojas permaneció como no habido hasta que fue ubicado en Chile, donde continuó con su carrera criminal.
Durante el operativo, la comandante Carla Fernández subrayó la peligrosidad de Rojas, afirmando que su historial criminal lo vincula con modalidades de homicidio y amenazas en Chile, sumando más antecedentes a su expediente.
La banda ‘Los Pulpos’, tristemente célebre por su participación en actos delictivos tanto en Perú como en Chile, ha estado bajo el escrutinio de las autoridades desde hace varios años.
Uno de los casos más recientes y notorios que involucran a la organización fue el secuestro de una joven universitaria en Trujillo, Perú, en julio pasado.
La captura de Rojas y su grupo no solo representa un golpe significativo para la organización, sino que también resalta la colaboración internacional y el esfuerzo constante por parte de las fuerzas del orden en ambos países para desarticular redes criminales que operan más allá de sus fronteras.