Bloqueos en vías cruciales ha generado importantes perjuicios económicos y humanitarios
La paralización en la provincia de Islay, iniciada ayer, ha causado estragos significativos debido al bloqueo de tres vías clave en los distritos del valle de Tambo por parte de manifestantes que se oponen al proyecto minero Tía María y a la contaminación del río Tambo.
Más de 100 vehículos quedaron varados durante 12 horas, afectando gravemente la circulación en Boquerón Bajo con La Ensenada, la Rotonda en Deán Valdivia, y el Callejón del Pueblo en Cocachacra.
Este caos ha dejado a numerosos conductores de camiones cargados con frutas y verduras en una situación desesperada, con la mercadería en riesgo de deterioro.
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La interrupción también ha tenido consecuencias severas para los pasajeros de transporte público. Un bus proveniente de Lima, con más de 40 pasajeros, quedó atrapado en los bloqueos y fue forzado a buscar rutas alternativas a través de chacras, solo para encontrarse con más bloqueos.
Samuel, un pasajero ecuatoriano, expresó su desesperación por la falta de alimentos y recursos, mientras que los niños a bordo sufrían hambre. Esta situación refleja no solo el impacto económico de las protestas, sino también el sufrimiento humano asociado a la falta de movilidad y recursos en medio de las tensiones sociales.