El informe revela patrones intimidatorios y la falta de acción de la presidenta Boluarte
El segundo informe de Amnistía Internacional, divulgado el 18 de julio, plantea serias acusaciones contra la presidenta Dina Boluarte, al sugerir que podría haber incurrido en las mismas violaciones a derechos humanos que el exdictador Alberto Fujimori.
El extenso documento de más de 80 páginas destaca que, durante las manifestaciones contra su gobierno, Boluarte no tomó medidas para frenar las violaciones perpetradas por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
A pesar de su constante presencia en 29 reuniones del Consejo de Ministros, la mandataria no ordenó cambios en las tácticas que, según el informe, resultaron en abusos graves.
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El informe también critica la permisividad de la policía para usar fuerza letal y el frecuente «terruqueo» de manifestantes sin pruebas concretas de amenazas.
Madeleine Penman de Amnistía Internacional subrayó que, a pesar de la evidencia de abusos y muertes durante las protestas, la Fiscalía no ha investigado adecuadamente a los responsables, ni a los altos mandos de la cadena de comando.
Este contexto coloca a Boluarte en una posición cuestionable similar a la de su predecesor Fujimori, al enfrentarse a la posibilidad de ser considerada autora mediata de las violaciones documentadas.
