Tras sus exitosos conciertos en Lima, la cantante colombiana Karol G decidió explorar las riquezas culturales y naturales del Perú, enfocando su atención en la impresionante ciudadela inca de Machu Picchu, ubicada en Cusco, así como en la ciudad del eterno sol, Ica.
Su arribo al denominado ‘Ombligo del mundo’ se registró este miércoles 17 de abril. Por la mañana, la artista se dirigió hacia la famosa ciudadela, considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo. Durante su visita, fue fácilmente reconocida por los visitantes y locales, quienes no dudaron en acercarse para solicitar fotografías y autógrafos.
En un encuentro casual en Ollantaytambo, Genaro Galdo, propietario de una reconocida cafetería en la zona, compartió detalles sobre la presencia de Karol G: “Disfrutó de un poco de café y exploró la artesanía cuzqueña junto a sus músicos. Se probó algunas gorras y ponchos típicos de la zona, adquiriendo estos accesorios”, dijo a RPP.
‘ Bichota’ asombrada de Machu Picchu
Durante su paso por Machu Picchu, la intérprete de ‘Tusa’ aprovechó la oportunidad para dejar su huella firmando el libro de personalidades en la Oficina de Administración de Machu Picchu, donde plasmó: “Llena de energía me voy de este lugar tan majestuoso. Con ganas de volver porque sé que la experiencia siempre será diferente. Con amor, Karol G”, redactó.
Además de la visita a Cusco, Karol G y su equipo se aventuraron a disfrutar de las dunas de Ica, donde participaron en actividades como el paseo en tubulares por el desierto. Esta travesía la realizó inmediatamente después de sus dos conciertos en el Estadio San Marco, que albergó a miles de espectadores.
A pesar de su intento por mantener un perfil bajo, usando una gorra y una bandana cubriendo su rostro, la artista fue fácilmente identificada por sus seguidores, gracias a su distintiva cabellera y figura.
Este no fue el primer encuentro de la popular ‘Bichota’ con las impresionantes dunas de Ica. En 2022, durante una visita anterior al país, la cantante ya había compartido en sus redes sociales su experiencia en el desierto de La Huacachina junto a su equipo de bailarines y técnicos. Documentó un día de descanso lleno de actividades y lo describió como un sueño.