En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
El pueblo la tiene clara: el Congreso de la República está lleno de especímenes a los que les importa un bledo la seguridad ciudadana y solo un 4.8% aprueba su quehacer frente a esta plaga que se torna imparable, según la última encuesta de CPI difundida por RPP. En realidad, siendo más objetivos, un gran sector de la población le pone 00 a los “niños”, “mochasueldos” y toda esa gama de personajes reactivos comandados por el inefable Alejandro Soto Reyes.
“La percepción (de la calle) es muy mala y los números terribles”, señala Omar Castro, gerente general de la encuestadora, al describir la abulia con que el Legislativo en su conjunto trata el peligro diario que se cierne sobre cualquier vecino, sea niño, adulto o de la tercera edad. Al pan, pan, y al vino, vino: no hacen absolutamente nada contra la delincuencia común y el crimen organizado y, a lo mucho, solo para la peliculina, citan al muermo ministro del Interior.
El merecido jalón de orejas también alcanza al Ministerio Público y el Poder Judicial, cuya aprobación respecto de su accionar en la lucha contra la inseguridad llega apenas a 10% y 9%, respectivamente. O sea, están igual de jalados y, cómo no, si ocupan su tiempo en discusiones sobre cuotas de poder y resoluciones benignas contra facinerosos que la Policía hasta da la vida para ponerlos entre rejas y luego se da con la sorpresa de que son liberados a pesar de la flagrancia.
El panorama se muestra sombrío porque, además, el poder Ejecutivo tampoco exhibe autoridad para devolverle la tranquilidad a los peruanos y el hecho de que envíe al ministro de Justicia, Eduardo Arana, a El Salvador para seguir con la cantaleta del “plan Bukele” ya suena a tomadura de pelo. ¿Dónde están el ‘Plan Boluarte’ o el ‘Plan Perú Seguro al 2030’? La frase de Fernando Rospigliosi de que solo existe el ‘Plan huevearte’ no estaba muy lejana de la cruda realidad.
Mientras tanto, ríos de sangre corren todos los días por todo el Perú.
(*) Periodista y Consultor de contenidos
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“La Policía hasta da la vida para ponerlos entre rejas y luego se da con la sorpresa de que son liberados a pesar de la flagrancia”.