En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
En términos prácticos, con los políticos nuestros de cada día, fácilmente se arma un once “mejor” con relación al que plantea el caprichoso Juan Reynoso en los partidos de las Eliminatorias al Mundial 2026 en Conmebol. Y no estamos bromeando.
Arquero: Cualquier integrante de la Comisión de Ética en razón a que tapan todo, como acaba de ocurrir con las denuncias contra el presidente del Congreso, Alejandro Soto. Pedro Gallese resulta una zapatilla a su lado.
Defensa: “Los Niños”, sin vuelta que darle. Van por la derecha, izquierda, centro, meten todos los faults que les da la gana en la cancha estatal… y siguen depositados en sus curules. Se ríen olímpicamente de las tarjetas rojas, aunque -por fin- Acción Popular dejó en offside este sábado a seis de ellos. Carlos “León” Zambrano no les llega ni a los tobillos.
Volantes: “Los mochasueldos”, con toda seguridad. Roban, quitan, reparten y algunos tienen el cuajo de llevar la 10 en comisiones claves del Parlamento. Las andanzas del díscolo “Aladino” Cuevita no tienen punto de comparación con la desvergüenza de estos otorongos de garras largas.
Delantera: Por dinámico y veloz para escapar de la marca (policial-judicial), el 9 tendría que ser Vladimir Cerrón, un depredador nato de los recursos públicos. ¡Qué Guerrero ni qué ocho cuartos! Como puntero izquierdo, lanzándole centros, iría su hermano Waldemar Cerrón. Y por el flanco derecho, como puntero mentiroso, el fijo es Pedro Castillo, para buscar el penal.
Como verán, tenemos jugadores políticos hasta para regalar. Lástima que ningún país quiera nacionalizar a alguno de ellos. Y, fuera de bromas, así no juega Perú. Estamos hasta las cangallas, en el Gobierno y en la FPF.
(*) Periodista y Consultor de contenidos
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“Por dinámico y veloz para escapar de la marca (policial-judicial), el 9 tendría que ser Vladimir Cerrón, un depredador nato de los recursos públicos”.