PALABRA DE HONOR
Por: Óscar Valdés Dancuart
Expresidente del Consejo de Ministros
El mensaje al Congreso y por ende a la Nación fue extenso, con detalles propios de una rendición de cuentas ministerial, dentro del Gabinete en una sesión del Consejo de Ministros, sin responder a los cuestionamientos y dudas que existen sobre la conducción del país.
La señora Boluarte, muy fresca y olvidadiza, no recordó sus participaciones en los Consejos de Ministros descentralizados, donde se inculcaba el odio y la división entre peruanos y hoy nos quiere hablar de unión y solidaridad. También omitió decirnos qué fue de su promesa de irse junto con su Presidente y ya juramentada en su nuevo cargo, qué fue de su adelanto de elecciones en 2024 y qué conocía de la corrupción del régimen anterior.
Si la presidenta pretendía recuperar la confianza de los peruanos ha hecho muy mal en no hacer un mea culpa al inicio de su mensaje y pedir perdón por las muertes de ambos lados, debido a que el motivo de las asonadas fue el incumplimiento de sus promesas e ilegales participaciones:
–Recuérdese, presidenta del Club Apurímac siendo vicepresidenta de la República y asumir un cargo con esos cuestionamientos.
En cuanto al mensaje en sí y referente a la inseguridad ciudadana sólo ha pedido facultades legislativas al Congreso como si con más leyes se resolviera el problema y no nos habla de un plan nacional de seguridad ciudadana donde se articulen a todos los actores. Tampoco nos habló de la minería ilegal ni explicó porque hoy en día tenemos casi 100 mil hectáreas de coca y qué fue de la erradicación en su periodo de gobierno.
El otro problema fundamental es la reactivación de la economía, nos quiere dorar la píldora con medidas efectistas y no sabe qué hacer para recuperar la confianza que promueve la inversión privada, motor del desarrollo nacional.
Finalmente, el discurso seguro va a ser de la satisfacción de un Congreso cómplice en su permanencia en el poder al 2026 y de los empresarios conformistas, a quienes esta supuesta estabilidad les da pingües beneficios. ¡Pobre Perú!
