Señala que nunca tomó en serio posibilidad de que “el profesor” (Pedro Castillo) alcanzara la presidencia. Señala que no se entregará a la justicia.
El empresario Alejandro Sánchez Sánchez, quien se hizo conocido por poner su casa del jirón Sarratea, en Breña, al servicio del expresidente Pedro Castillo, dio una entrevista desde la clandestinidad y aprovechó para lanzar ciertos mensajes contra quien fuera su mayor aliado durante el gobierno de Perú Libre.
En entrevista con la periodista Milagros Leiva, se compadeció del exmandatario, pero le recomendó que sea claro con la justicia.
«Me apena la situación en la que pasa, porque yo no le deseo el mal a ninguna persona. Yo soy una persona empática, yo no le desearía la cárcel a nadie, pero, si han cometido un acto ilícito, eso lo va a determinar Fiscalía y que pague su culpabilidad. Que (Pedro Castillo) colabore con la justicia y diga la verdad», señaló.
Sánchez Sánchez señaló que solo conoció a Pedro Castillo por un “compadre”, el profesor Miguel Campos Tapia. “Me preguntó si podía alojar a sus colegas que estaban durmiendo en la calle, a la altura de la avenida Alfonso Ugarte (…) Le caí bien por el gran gesto que había hecho con los profesores y siempre me saludaba», añadió.
NI ÉL LE CREYÓ
De otro lado, el prófugo empresario, quien enfrenta un pedido de 36 meses de prisión preventiva, reconoció que nunca creyó como serias las pretensiones presidenciales de Pedro Castillo.
“Yo jamás pensé que (Castillo) iba a ser presidente. Me pareció gracioso cuando en algún momento conversé con él y me dijo ‘vamos a ganar’. Le digo ‘sí’, le toco el hombro, ‘está muy bien la mente positiva’, le dije. Pero yo nunca imaginé que él iba a ser presidente», confesó.
Alejandro Sánchez Sánchez ratificó que no se entregará a la justicia porque considera que la prisión preventiva dictada en su contra es arbitraria. Además, evitó revelar si se encuentra en el país o en el extranjero.
Último dato
El dueño del búnker de Sarratea, donde despachaba Pedro Castillo, suma 274 días en la clandestinidad.