El Ministerio Público solicitó que se modifique la medida de comparecencia con restricciones por el de prisión preventiva contra el legislador Guillermo Bermejo Rojas, investigado por el supuesto delito de afiliación a una organización terrorista.
Entre los argumentos de la fiscal está que Bermejo no justificó adecuadamente su viaje a México, debido a que durante el viaje al Congreso de la República una licencia para no participar en una sesión plenaria por motivo de un viaje de carácter particular.
En una audiencia que se desarrolló ayer, la fiscal provincial Eneida Aguilar sostuvo que Bermejo Rojas comunicó a su despacho que estaría en la Ciudad de México del 22 al 24 de setiembre “a efecto de cumplir su función política y parlamentaria”.
La representantes del Ministerio Público refirió que le consultó al Parlamento la naturaleza del citado viaje.
Añadió que el Oficialía Mayor del Legislativo respondió que Guillermo Bermejo solicitó dispensa para no asistir al pleno del 23 de setiembre por encontrarse fuera del país.
“Se hace referencia también, en este informe, que habría solicitado licencia particular por viaje, más no se menciona que se haya desplazado para desarrollar una labor dentro de la función del congresista”, argumentó.
A su turno, el abogado de Bermejo, Ronald Atencio, demandó que se declare improcedente el pedido fiscal, pues alegó que primero debe haber un requerimiento del Poder Judicial para que un investigado cumpla las reglas de conductas como acto previo a un cambio de medida de comparecencia con restricciones por una prisión preventiva.
La jueza Soledad Barrueto informó que notificará su decisión en el plazo de ley.
MALAS JUNTAS
Por otro lado, en la víspera el programa Beto a Saber reveló que Bermejo se reunió durante el mencionado periplo con Martín Serna Ponce, exintegrante del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y quien también ha sido vinculado con miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La respectiva nota, a modo de prueba, exhibió imágenes en las que se aprecia al congresista “oficialista” departiendo con el exterrorista en un restaurante, actividad totalmente ajena a la legislativa.
