A raíz del ataque al empresario Javier Vargas, conversamos con Lina Montedoro y Daniel Inga, ambos cocineros, empresarios y miembros de ARMAP (Asociación de Restaurantes Marinos y Afines Del Perú).
“Desde ARMAP queremos expresar nuestro apoyo a Javier (Vargas), y el rechazo total a estos actos”, comentó Montedoro. Ella, que actualmente es directora de comunicaciones de esta asociación, comenta que desgraciadamente este problema atañe a muchos de los dueños y empresarios que trabajan en Lima.
Cada vez es más común empezar a recibir amenazas, a ser víctima de seguimientos y de ser extorsionado. Esto se complica más por el hecho de que muchos de los afectados tienen miedo a denunciar, por temor a las represalias que puedan existir.
“Todos nos estamos uniendo, reclamamos a las autoridades, porque ya es tiempo de que paren estas situaciones. Hay muchas personas más que pasan por lo mismo (…) Nuestra indignación y preocupación no va solo por los negocios. El problema no solo nos afecta a nosotros. Están también nuestros trabajadores, sus familias, nuestros clientes. Nos ponen en peligro a todos. Necesitamos garantías”, expresó.
Daniel Inga, concuerda con el estado de la situación. “En San Juan de Lurigancho sobre todo, (los delincuentes) no solo apuntan a restaurantes, sino a peluquerías, tiendas, cualquier negocio. Son personas que quieren dinero fácil, y para eso trabajan con el miedo, empezando a atentar contra la vida. Usualmente buscan que se les pague por cupos para poder trabajar tranquilos (…) Hacemos un llamado a las autoridades. Ellas son las encargadas de luchar contra esto”, manifestó Inga.
Esperan que este no sea el inicio de una ola de ataques más violentos, pero aún así se mantienen firmes en que negociar con los delincuentes no es una opción.
Finalmente Montedoro indicó que en los próximos días iban a realizar una convocatoria a dueños y empresarios de diferentes restaurantes y microempresarios, para manifestarse y exigir a las autoridades que actúen.
