Campeona en matemáticas es orgullo de villamarianos

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Ser campeón en cualquier disciplina no es producto de la casualidad o la suerte; requiere dedicación, sacrificio y amor por lo que se hace. Así lo entendió Flor Luna desde el momento en que se trazó como meta obtener un premio como “cerebrito de las matemáticas”.
Fue así como, con tan solo 17 años, Flor Isabel Luna Alama, joven vecina de Villa María del Triunfo, se preparó de manera virtual con su profesor de matemáticas del colegio Prolog, quien además le tomaba exámenes para fortalecer los puntos en los que pudiera tener dudas. De esta manera, dedicó más de 10 horas diarias a su preparación, horas muy intensas, ya que la virtualidad bajo condiciones de difícil acceso al Internet se le hacía más difícil.

El premio al esfuerzo, como ya resaltamos los medios de comunicación, llegó con justo merecimiento. Flor obtuvo la Medalla de Oro en las Olimpiadas del Mundial de Matemáticas de Mujeres, la EGMO 2022 que se desarrolló de forma remota, del 6 al 12 de abril, desde Hungría.
“Es la primera vez que me preparo de esta manera, teniendo en cuenta las dificultades de disposición de Internet ya que en la zona donde vivo es muy difícil que llegue la señal óptima, pero recibo este logro con mucha emoción, logro que dedico a mi querido Perú en estos difíciles momentos que atraviesa y a mis padres”, manifestó la menor.

Como era de esperarse, Flor, quien ya había obtenido una medalla de plata en este mismo evento el año pasado, les regala este premio a sus padres, actualmente desempleados, que no recibieron ningún tipo de bono que otorgó el Gobierno, en momentos muy difíciles que se vive en el Perú.

“ES LA PRIMERA VEZ QUE ME PREPARO DE ESTA MANERA, TENIENDO EN CUENTA LAS DIFICULTADES DE DISPOSICIÓN DE INTERNET YA QUE LA ZONA DONDE VIVO ES MUY DIFÍCIL QUE LLEGUE LA SEÑAL ÓPTIMA, PERO RECIBO ESTE LOGRO CON MUCHA EMOCIÓN, LOGRO QUE SE LO DEDICO A MI QUERIDO PERÚ EN ESTOS DIFÍCILES MOMENTOS POR LO QUE ATRAVIESA Y A MIS PADRES”

Derly Luna, padre de la menor, estuvo desempleado por varios meses y por ese motivo viajó a Chile como ayudante de cocina, en busca de nuevas oportunidades. Para estar cerca de Flor y brindarle su apoyo decidió volver al Perú por unos días, días difíciles en los que se estableció justo la inmovilización social por la pandemia de la covid-19, por lo que ya no pudo regresar a Chile hasta enero del año siguiente. Actualmente es el sustento de su humilde familia, ya que su esposa era niñera hasta que se dio esta situación de emergencia.

Pese a la precaria condición en la que Flor se ha preparado durante este tiempo, ella se muestra optimista frente al futuro del país, manifestando: “Si bien es que fue complicado el tema de las clases virtuales, esta fue una nueva experiencia de la que aprendí mucho y comprendí que estamos viviendo nuevos tiempos, donde la tecnología está ocupando parte importante de nuestra vida diaria, pero la guía de mis maestros siempre es importante. Esta medalla se la dedico al Perú”, concluyó.

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