El movimiento indígena de la Amazonía Central del Perú y sus organizaciones, que agrupan a cientos de comunidades nativas, denunciaron que el narcotráfico se está expandiendo en sus territorios, a través de los cultivos ilegales de hoja de coca, construcción de narcopistas y laboratorios clandestinos lo cual causó, además de deforestación, una oleada de asesinatos a sus dirigentes.
Berlín Disques, presidente de la Organización Regional Aidesep – Ucayali, aseguró que más de 24 mil hectáreas han sido invadidas por cocaleros en solo tres comunidades del pueblo Kakataibo, en la selva Huanuqueña, y que todo ello se habría generado debido a los títulos entregados de manera irregular por la Dirección Regional Agraria de Huánuco (DRA Huánuco).
“Las iniciativas de desarrollo alternativo promovidas por Devida también han favorecido la entrega ilegal de títulos de propiedad individuales por encima de las solicitudes de titulación colectiva de nuestros pueblos. Este es el origen de la ola de invasiones a nuestras tierras, donde existen más de 150 pistas de aterrizaje identificadas, cientos de laboratorios clandestinos de pasta básica y clorhidrato de cocaína, pero, además, se han producido decenas de amenazas a los líderes indígenas”, denunció el dirigente.
Mostró su preocupación por 20 asesinatos que ocurrieron en las diferentes comunidades nativas y las amenazas que reciben líderes por parte de sicarios, que también asesinaron a defensores indígenas como Arbildo Meléndez y muchos otros. Recalcó que de un total de 15 mil títulos de propiedad individuales, al menos 3,000 fueron otorgados por la DRA Huánuco sin que se hayan verificado requisitos legales como la ocupación previa o el desarrollo de actividades económicas de parte de los supuestos beneficiarios.
“Los mapas de la deforestación e información producida por Devida nos permiten denunciar que los títulos individuales otorgados han servido para ampliar la frontera del narcotráfico”, manifestó. Pidieron a Usaid y Devida reunirse con las organizaciones nativas para revisar la política de desarrollo alternativo en la Selva Central. “Somos sus mejores aliados, es hora de tomarnos en cuenta. Devolvernos nuestras tierras es garantizar el fin del narcotráfico en la zona. Todo lo que se ha estado haciendo antes ha sido un evidente fracaso”, resaltó Disques.