Ha pasado poco más de treinta años de uno de los episodios más sangrientos ocurridos en nuestro país
La guerra interna vivida por los peruanos contra el terrorismo, una guerra que nadie quería, dejó a su paso desolación, traumas, miles de muertos, y una sensación de injusticia que ha dejado abiertas las heridas de quienes, con el pasar de los años, han sentido en carne propia, que su vida, y la de los suyos, no vale nada.
Y un 3 de noviembre de 1991, hace poco más de treinta años, nuestro país fue testigo de uno de los acontecimientos más sangrientos y vergonzosos que se dio en medio de esa guerra: la masacre de Barrios Altos.
CONTEXTO
En 1991, Perú vivía convulsionado por la escalada de atentados que la guerrilla de Sendero Luminoso llevaba a cabo en la capital del país.
Hasta entonces, el grupo había centrado en el campo sus acciones violentas, que causaron decenas de miles de muertos, y la ofensiva urbana se convirtió en un problema para Fujimori, que había llegado al poder con la promesa de acabar con el terrorismo y estabilizar la economía.
DATO
Según el periodista Gustavo Gorriti, «en Perú no ha habido un esfuerzo serio por procesar lo ocurrido y a cualquiera que tenga una posición favorable a los derechos humanos, los grupos de ultraderecha que se han fortalecido en los últimos años lo atacan como terrorista».
GRUPO COLINA
Fue un grupo paramilitar cuyos miembros operaron en el Perú en distintos destacamentos desde los años 1980 hasta el año 1992, como parte de una estrategia denominada Guerra de baja intensidad emprendida por el Estado peruano a través de sus Fuerzas Armadas.
Durante el primer gobierno de Alan García operaron grupos con similar modus operandi, como el Comando Rodrigo Franco y el Grupo Scorpio. El grupo Colina fue dirigido por el mayor del Ejército Peruano Santiago Martín Rivas.
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¿QUÉ PASÓ EL 3 DE NOVIEMBRE DE 1991?
Aquella noche, un grupo de encapuchados armados irrumpió en el 840 del Jirón Huanta, en Barrios Altos, y disparó indiscriminadamente contra los vecinos que se habían reunido allí para compartir una pollada que tenía como fin, que recaudar fondos para la reparación del desagüe del edificio.
Sin piedad, pasadas las 11:30 p.m., los miembros del Grupo Colina acribillaron a todos los ocupantes del inmueble, ya que fueron señalados como supuestos terroristas de Sendero Luminoso. Sin embargo, esto era falso. En total, asesinaron a 15 personas, entre ellos un menor de ocho años.
Tras 30 años y una pandemia, los vecinos de la cuadra 8 del jirón Huanta aún recuerdan este horrible suceso que marcaría la violación a los derechos humanos durante la gestión de Fujimori, quien ahora purga una condena de 25 años por este caso junto con otros integrantes.
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INVESTIGACIÓN
En un primer momento, la PNP lanzó la hipótesis de que los autores de la masacre serían “presuntos terroristas”. Sin embargo, se conformó una comisión en el Senado para que investigue estos hechos. Esto se vio frustrado luego del autogolpe dado por Alberto Fujimori el día 5 de abril de 1992.
Luego de varias investigaciones se logró hallar que la matanza fue ejecutada por el Grupo Colina, integrado por oficiales y subalternos del Ejército, y que se encontraban al mando de Santiago Martín Rivas.
CONDENAS
Tras un largo proceso, el 1 de octubre del 2010, 19 años después de la matanza, la Primera Sala Penal Especial terminó por condenar a 25 años de prisión a Vladimiro Montesinos Torres, Nicolás Hermoza Ríos y demás integrantes del Grupo Colina.
En 2009, Alberto Fujimori sería condenado a 25 años de prisión por los delitos ocurridos en este caso. En 2021, los integrantes del Grupo Colina pidieron tener prisión domiciliaria, la cual fue negada.
Los familiares de las víctimas aún claman justicia y piden que no se olvide este lamentable asesinato. En redes sociales, muchos usuarios se sumaron a este pedido de nunca dejar de lado una de las etapas de violencia contra los DD.HH. ‘El Bono’ se suma a este pedido.
DATO
Antes de Barrios Altos, ya se habían producido abusos por parte de agentes del estado en el Perú rural, y en julio de 1992 otra acción del Grupo Colina dejó 10 muertos en la llamada masacre de La Cantuta.