Los afrodisiacos me ponen en fa
MARLENE. – Hasta qué punto doctora amiga ¿influye la gastronomía en el buen sexo? Una historia digerida ya quizás tantas veces, pero subsiste si es ese chocolatito, el concentrado de erizos o el simple café que nos pone osos a la hora del revolcón inolvidable, placentero, o ¿todo es ´ñanga’ mental que nos transporta?
A mi pareja por ejemplo -Beto-, cómo le encantan sus ‘neritas cervecitas’ antes de la faena. Cosa que yo compruebo y apruebo con una nota de excelencia calificatoria. Y, tal vez, cuando no se haya aplicado esa rutina, como que algo falta. Faltan los polvos, la leche, el lomo saltado, tan especiales ellos que se extrañan en demasía para unos, mientras para otros quizás ni fu ni fá.
En contraparte entonces, para los adictos al sexo, también es lógico pensar que hay algunas otras sustancias o alimentos que producen efectos adversos, haciendo todo ello valorar más esos olorcitos del recuerdo que, con un cigarrito matamos de momento.
Como se sabe, licenciada querida, es obvio que chuculún y tacto son inseparables, pues sin este último una relación difícilmente puede culminar en ese tocar el cielo que es el orgasmo; dado que nuestros encuentros van más allá de lo genital, siendo las caricias, las palabras, los susurros, gustitos y olores los que proporcionan esos momentos de sumisión, poder, intimidad, placer, atracción y gusto con nuestras parejas.
EL CONSEJO
Marlene querida, tienes toda la razón del mundo. De allí la expresión: “El sexo es como el cocinar, todo el mundo puede hacerlo, pero no todos lo hacen rico”. Cuídate.
