Mi esposo ‘El Dr. Angulo’ … ese mismo
Miriam. – Tremendo dilema en el que estoy apreciada licenciada, no sé cómo reaccionar, las gracias anticipadas por su consejo.
Se trata de mi señor esposo que de un tiempo a esta parte se ha vuelto muy refinado y me está saliendo con unas cosas que me sorprenden y perturban. Y es que ahora para tomar el café levanta el dedo meñique, se va más al gimnasio, e incluso está usando perfumes de damas.
Él es un abogado de trayectoria, de gran prestigio profesional; un caballero, un varón que a muchas mujeres gusta, y por si fuera poco no tengo quejas con su rendimiento cuando de estar a solas se trata.
Pero, ya me pareció el colmo la última vez cuando me pidió que le besara esas zonas erógenas propias de nosotras las mujeres. ¡Lorenzo qué te pasa! le consulté.
Mis hijos (tengo dos) no saben que su padre está tirando pal otro equipo; me sentiría horrorizada si le descubro más cosas como los utensilios de belleza femenina o ropa sexi de nosotras.
¿No sé en qué fallé doctora? Siento vergüenza de esto que me sucede. Y lo peor, ha llegado a decirme que mientras él me cumpla en la cama no debería preocuparme. Y creo que así no es.
Por si fuera poco, mis amigas como que se han enterado – ¿no sé cómo? – y ahora me reiteran los saludos a él con una sonrisita cachosa, con miradas sarcásticas, etc.
EL CONSEJO
Querida Miriam, tranquila. Hay que mantener las apariencias, cuidando y asegurando lo ganado en cuanto a ti, y que a él no le pase nada grave, y eso se detecta, en el caminar por ejemplo.
(LPA)