Ugel Mariscal Cáceres (Región San Martín) organiza desfile de valores con su personal
“Me pidieron que sea práctica, que ponga ejemplos, para este importante tema cuyo indebido ejercicio afecta sobremanera a la convivencia laboral.
De un tiempo a esta parte escucho una palabrita que, la verdad, muchas veces también nos cae. No es que seamos así; sino que por diversos factores, durante las horas posteriores al tempranero duchazo que nos dimos, a la arreglada y perfume que nos echamos -tras el sudor en los micros o los bruscos movimientos del taximoto-, poco a poco nuestros rostros se vuelven adustos.
Y entonces una de mis ‘amigas’ me pasó la voz que había escuchado que yo era una ‘Tóxica’.
Otro ejemplo sería la aplicación de otra bendita palabra que nos suelen preguntar cuando asistimos a una entrevista por trabajo: “¿Cómo está el ‘clima laboral’ en esa chamba?”.
Y, finalmente el último ejemplo de mi parte, para intentar conocer más sobre este importante tema que nos toca exponer: las relaciones interpersonales en los trabajos. Me dijeron: “No te confíes, a ese tío no le creas, siempre te va a decir ‘ya voy, un momentito’, y nunca te ayuda”.
Soluciones
-Debemos aplicar la empatía. O sea, ponernos en el lugar del otro (a)
-Comunicarnos bien, para evitar las confusiones, los malos entendidos; tergiversaciones les llaman.
-Sea como sea, somos humanos, nada perfectos; por tanto, siempre tendremos la oportunidad de pedir disculpas. Hay que hacerlo.
Demostremos siempre nuestra calidad humana, conscientes siempre de la complejidad de las relaciones interpersonales, generemos un ambiente de confianza y comunicación, en donde se destaquen tanto los elementos comunes como las diferencias para lograr acuerdos que permitan mantener armonía en las relaciones.
Muchas gracias”.
Lo arriba escrito es lo que se le escuchó a una de las trabajadoras de dicha dirección de educación. Vale.
Felicitaciones, y nuestro agradecimiento al colega Lic. Carlo Augusto Pérez Pérez por tan buenos alcances.
LPA/