El soporte médico temprano será importante a fin de evitar complicaciones mayores
Debido a que los pacientes con diabetes corren mayor riesgo de presentar cuadros graves de la COVID-19 en comparación con las personas sin esta enfermedad, el Ministerio de Salud (Minsa) recordó a este grupo vulnerable no postergar la prueba de detección del virus, llevar un seguimiento y control de su glucosa, y reforzar las medidas sanitarias.
El doctor Jorge Arturo Hancco Saavedra, responsable técnico de la Dirección de Prevención y Control de Enfermedades No Transmisibles, Raras y Huérfanas del Minsa, indicó que si un paciente con diabetes presenta algún síntoma similar a los de la COVID-19, debe solicitar atención médica temprana para evitar complicaciones mayores.
«Hay que recordar que la diabetes mellitus tipo 2 es el más frecuente porque supone entre el 90 % y 95 % de los casos y quien padece esta enfermedad tiene más probabilidades de fallecimiento cuando su mal se asocia a la COVID-19. Por ello, en ausencia de tratamiento específico contra el coronavirus, se le debe brindar al paciente soporte precoz en caso de confirmación a fin de limitar la severidad del daño», sostuvo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en su guía de manejo de las personas con diabetes durante la pandemia de COVID-19, precisa que la fiebre, la tos, la disnea y la fatiga constituyen a menudo el cuadro clínico inicial. Otros síntomas, como la cefalea, los síntomas gastrointestinales y los síntomas de las vías respiratorias altas (congestión nasal y dolor de garganta) son menos comunes.
Hancco Saavedra recomendó a los pacientes con diabetes identificar a tiempo esos signos y también tener un glucómetro con tiras reactivas en casa para llevar un control y seguimiento de la glucosa, la cual debe mantenerse entre 70 y 130 mg/dL.
Asimismo, seguir el tratamiento prescrito por el médico, evitando días o semanas sin ingerir sus medicamentos ya que eso va a generar el incremento en los niveles de glucosa, lo que alterará el proceso metabólico y a todo el organismo, dañando los vasos sanguíneos y afectando principalmente al cerebro, corazón, ojos, riñones y nervios.
El especialista anotó que el tratamiento por vía oral y/o inyecciones de insulina debe complementarse con un plan nutricional, donde la ingesta diaria de calorías esté de acuerdo con el peso y actividad física.
En ese sentido, aconsejó practicar ejercicios durante 150 minutos semanales como mínimo ya que la actividad física contribuye a que la glucosa ingrese más rápido a las células de los músculos. También beber entre 6 y 8 vasos de agua al día y evitar el consumo de tabaco.