El superintendente Oswaldo Zegarra explicó que se están elaborando los criterios de evaluación para universidades que busquen renovar su licencia
La reforma universitaria culminó hace unos días su primera etapa: la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) terminó de evaluar a las 145 universidades del país que solicitaron su licenciamiento institucional, otorgando esta certificación a 94 casas de estudios y denegándosela a otras 50.
Con más de 5 mil denuncias. En el transcurso del año pasado fueron disminuyendo las vinculadas a la educación a distancia, pero indudablemente fue un factor importante en el malestar de algunos estudiantes. También hubo quejas por falta de conectividad y de acceso a los sistemas virtuales. Además, unas 1.500 denuncias tenían que ver con los costos excesivos de matrículas y pensiones, las cuales fueron derivadas a Indecopi porque no es nuestra competencia resolverlas.
Han transcurrido cinco años de trabajo muy arduo para la Sunedu, tanto en la elaboración de los modelos de licenciamiento como en su ejecución con plena autonomía. Nuestra perspectiva ha sido y es exclusivamente técnica, lo que ha determinado que se mantengan aquellas universidades que cumplen las condiciones básicas de calidad (CBC). Hubo una labor muy responsable de nuestra parte para ordenar el sistema universitario y que hayan garantías para la comunidad.
Como resultado del licenciamiento, más de 1,3 millones de estudiantes continuarán sus estudios, aunque otros 240.000 de alguna manera se verán afectados por las universidades denegadas. Creo, sin embargo, que a la larga terminarán beneficiados y podrán concluir sus carreras de la forma más apropiada, en centros de calidad. Ese es el producto final que beneficia al alumno y esa es nuestra fortaleza.
Nuevo modelo
De las 50 que no lograron su licenciamiento, solo dos no lo han hecho. Una es Telesup, que mantiene un permanente irrespeto a la autoridad; la otra es la Universidad Particular de Chiclayo, que lo presentó fuera de tiempo.
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Además, cuando la universidad ha sido denegada, tiene un plazo de dos años para cerrar sus puertas y asegurar la continuidad de estudios de su alumnado; incluso pueden ampliar el plazo por tres años más si así lo requieren. Una vez que cumplen con su plan de cierre, pueden reinsertarse al sistema. Pero para ello tienen que adaptarse a un modelo intermedio, más exigente que el primer modelo con el que fueron denegadas. Lo denominados el modelo de “licenciamiento 1.5″; que es más evaluativo.
Licenciamiento 1,5
Está dirigido para las nuevas universidades, o para aquellas fueron denegadas y quieren reincorporarse al sistema. Tiene seis CBC, a diferencia del primer modelo [que tenía ocho]; lo hemos reducido porque hay condiciones mínimas que no podemos reiterar, como es el hecho de que cuenten con Internet, con conexiones eléctricas. Esas cosas ya se sabe que las deben tener. Es decir, van a tener que demostrar que tienen la infraestructura de acuerdo a lo requerido en el modelo 1, pero con un poco más de exigencia.
Tenemos que hacer eco a lo que el Ministerio de Educación (Minedu) determine. Las clases, virtuales y no presenciales, tienen que continuar; y las actividades de supervisión van a adquirir una importancia muy grande porque esto será importante para evitar que una universidad licenciada se duerma en su laureles y cumpla con las CBC.