Una de sus empleadas dibujo unos ojos rasgados en un vaso para identificar a una clienta
Una cafetería Starbucks de Dublín, Irlanda, tendrá que pagar una compensación de 12.000 euros (14.550 dólares), a una clienta de raíces tailandesas, después de que una empleada dibujara unos ojos rasgados en el vaso de la bebida que había encargado la mujer.
Cuando lo habitual en la cafetería es escribir el nombre de cada cliente sobre los vasos de cartón para evitar que el pedido se entregue a otra persona por error, la empleada dibujó unos ojos rasgados, debido a que Suchavadee Foley es de ascendencia irlandesa-tailandesa. Para la Comisión de Relaciones Laborales queda claro que «esa representación visual se refiere a su raza».
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Kevin Baneham, oficial de adjudicación de la comisión, determinó que la cafetería es culpable por no haber tomado medidas para prevenir el «acto de acoso».
Por su parte, un representante legal de Starbucks pidió que se ocultara el nombre de la cadena en la demanda, debido al perjuicio desproporcionado que podía causar el caso para la imagen de la marca, pero su solicitud fue denegada.
