A pesar de la segunda ola del nuevo coronavirus que ya se está presentando en diversos países de Europa
‘En todas partes se cuecen habas’, dice un conocido refrán, y es que el aumento en el número de contagios y la continua subida del número de fallecidos por el Covid-19 es evidente, esto parece no importar a cientos de personas que recibieron el año nuevo en fiestas clandestinas en el viejo continente.
En Francia, las autoridades realizaron 45.400 controles durante la noche del 31 de diciembre, e impusieron 6.650 multas por no respetar el toque de queda nocturno impuesto. Y es que en Bretaña la celebración en un lugar tuvo cerca de 2.500 invitados.
Agresiones
De acuerdo con la prefectura, la fiesta, o llamado ‘rave’, se extendió durante el primer día de enero ya que las autoridades no lograban controlar la situación. Los uniformados fueron atacados por los presentes en la fiesta e, incluso, un vehículo de la gendarmería fue incendiado.
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Por otro lado, en España, las cosas no fueron distintas. La Policía tuvo que intervenir en numerosas celebraciones de Nochevieja en las que se incumplían las restricciones. La más grave fue la que reunió a unas 150 personas de varias nacionalidades en una nave abandonada en la provincia de Barcelona.
En Madrid, la noche de año nuevo dejó 185 fiestas ilegales en casas, dos locales con exceso de aforo y ocho intoxicaciones etílicas, según informó el sistema de Emergencias Madrid. En total el Samur Protección Civil realizó 109 intervenciones, la mitad registrada el año pasado sin ningún herido grave.
