Por Renato Medina (*)
Demás está decir que este año difícilmente será olvidado. La pandemia a nivel mundial cambió la vida de todos. Y a nivel local, nuestros padres de la patria se esmeraron, como pocos, en convertir al país en una bomba de tiempo que explotó no una, sino muchas veces, causando más daño que la propia pandemia.
Sin embargo, este inolvidable 2020 también será recordado por la partida de grandes deportistas, grandes ídolos, que durante su trayectoria hicieron delirar de felicidad a los fanáticos con sus proezas.
Quizá la más sentida de todas, fue la muerte del ’Diego’. Sí señores, la partida de Diego Armando Maradona ha dejado un vacío, no solo en el pueblo argentino, que lo tuvo, y lo tendrá, como un héroe, sino también a nivel global, pues, como en su momento lo dije, le enseño al mundo futbolístico, cómo se debe defender la camiseta de un país. Maradona, figuradamente, dejaba la vida cuando se enfundaba la albiceleste.
Pero empezando este 2020, posiblemente como presagio de lo que sería un año trágico, uno de los más grandes basquetbolistas de la historia (para muchos), Kobe Bryant, luego de un fatal accidente de helicóptero, perdió la vida junto a otras ocho personas (incluida su hija Gianna), un 26 de enero. Bryant fue campeón de la NBA en cinco oportunidades, y obtuvo el galardón de MVP (jugador más valioso), en el 2008. Aún siguen llorando su partida.
Y si hablamos de peruanos, Pedro Pablo León, ‘Perico’, histórico delantero de Alianza Lima y las selecciones peruanas, falleció el 9 de mayo. Una insuficiencia renal y neumonía se llevó a uno de los mejores delanteros centro que ha tenido nuestro país. Enrique Casaretto, otro de los grandes entre grandes, ex Universitario de Deportes, a causa de una fibrosis pulmonar, murió el 22 de junio. El ‘Loco’ ganó la Copa América con la selección peruana en 1975.
Otra de las noticias trágicas que nos trajo este año, fue la partida de Alejandro Olmedo (9 de diciembre). Para muchos, el mejor tenista peruano de todos los tiempos. El arequipeño se coronó en Wimbledon y en el abierto de Australia (1959), y aun año antes, ganó la Copa Davis representando a los EE.UU. Por si fuera poco, Olmedo, en 1987 entró al Salón de la Fama del Tenis mundial.
Quién podría olvidar a Paolo Rossi. El italiano, campeón del mundo en España 82, falleció el 10 de diciembre, producto de un tumor en los pulmones. Pocos jugadores pueden darse el lujo de alardear que le metió 3 goles a Brasil en una copa del mundo (España 82), y los eliminaron, justo cuando los garotos tenían un equipo de lujo, con Zico a la cabeza. En el 2004, la FIFA lo consideró entre los 100 mejores futbolistas de toda la historia.
Podría continuar, lamentablemente, con la lista de decesos, pero solo los nombraré. Don Walter Ormeño (leyenda del fútbol peruano), se fue el 4 de enero. Silvio Marzolini (ex Boca Jr.), nos dejó el 17 de julio. Vladimir Popović, DT serbio que dirigió a la selección peruana, falleció el 10 de agosto. El sub campeón mundial, el entrenador argentino Alejandro Sabella, partió al más allá el 8 de diciembre.
Como dije, la lista podría continuar, pero me limitaré a decir que todos ellos supieron vivir la vida que Dios les encomendó. Ser felices y hacer felices a todos con el don que recibieron. Mi homenaje a todos ellos, y a todos aquellos que han sucumbido ante esta peste que, estoy seguro, también superaremos. ¡Feliz año 2021!
P.D. Una mención honrosa para Alianza Lima, que definitivamente no ha muerto, pero que está viviendo una situación complicada producto de una campaña para el olvido dentro de las canchas de fútbol. Esta campaña, la más desastrosa de su historia, los ha llevado a la segunda división, y esperamos todos los que amamos el fútbol, que vuelvan lo más pronto posible al sitial que nunca debieron perder.
(*) Periodista