El Plan de Operaciones fue firmado por jefe de Séptima Región Policial, general Jorge Cayas
Cadena de mando. Los efectivos policiales debían consultar a sus superiores antes de hacer uso del armamento, según el Plan de Operaciones que elaboró la Séptima Región Policial Lima, con los resultados letales que se registraron la noche del 14 de noviembre.
En la página 38 del Plan de Operaciones – documento donde se describe qué unidades policiales participaron en la represión del 14 de noviembre, la cantidad de efectivos que se emplearon, la ubicación de los puntos de emplazamiento en el Centro Histórico y se identifica tanto a los miembros del Comando Operativo como a los oficiales responsables de los 8 sectores en que se dividió el terreno de conflicto-, se encuentra claramente señalado que los policías tenían luz verde para usar su armamento si así lo consideraban.
Esta disposición tuvo un efecto letal especialmente en el llamado Sector 5 por la propia policía, la intersección de las avenidas Nicolás de Piérola (La Colmena) y Abancay, porque en dicha área ese día se incrementó de 100 a 400 hombres la dotación de efectivos, lo que trajo como consecuencia el aumento de hasta 4 veces la capacidad de fuego.
Ahora se explica por qué en el Sector 5 cayeron abatidos los estudiantes Inti Sotelo y Bryan Pintado, y más de 50 manifestantes resultaron heridos de consideración (de un total de 66 registrados hasta el momento).
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Sin embargo, el documento subraya que primero necesitaban que el jefe inmediato superior diera el visto bueno. Esta información es clave para determinar a los autores de los disparos que acabaron con la vida de Inti Sotelo y Bryan Pintado, y quiénes fueron los oficiales que dieron la autorización.
“Proceder en casos estrictamente necesarios al empleo racional de los medios del policía (vara de ley, chorros de agua, gases lacrimógenos, agentes químicos y armas de fuego) previa orden del jefe o comando operativo, y después de haber agotado los medios de persuasión, evitando caer en provocaciones por parte de los manifestantes y aplicar las medidas restrictivas en la zona de acción, solo en caso de flagrante delito”, señala el documento.
Como ha acreditado una investigación de La República, en total resultaron heridos 27 policías durante las protestas, en ningún caso por arma de fuego. Los únicos que contaban con lanzadores de bombas lacrimógenas y escopetas perdigoneras eran los efectivos policiales. Por lo tanto, el enfrentamiento fue completamente desigual. Es por esto que el Ministerio Público resolvió abrir investigación al exmandatario de facto Manuel Merino, al ex primer ministro Ántero Flores-Aráoz y al exministro del Interior general PNP (r) Gastón Rodríguez Limo.
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Tiro al frente
De acuerdo con el Plan de Operaciones de la Séptima Región Policial Lima, el comando general estaba a cargo del jefe de dicha dependencia, el general PNP Jorge Cayas Medina, y del jefe de la Unidad de Servicios Especiales (USE), coronel PNP Carlos Villafuerte Salas, quien actuó como Jefe Operativo. En ese momento, Cayas y Villafuerte dependían directamente del subcomandante general de la PNP, teniente general Jorge Lam Almonte, y este de Gastón Rodríguez, Ántero Flores-Aráoz y Manuel Merino.
Según el documento mencionado, el general Jorge Cayas –es quien pone su firma y sello oficial, junto con el jefe de la Oficina de Planeamiento de la Región Policial Lima, coronel PNP Luis Zevallos Saavedra– dispuso como parte del Plan de Operaciones una apreciación de situación.
Debe destacarse que el Plan de Operaciones contra las marchas de protesta lo diseñó la Séptima Región Policial Lima durante el régimen de facto de Merino, el jueves 12 de noviembre. Fue una solicitud expresa del Ejecutivo.
Orden final.
El Plan de Operaciones fue suscrito por el jefe de la Séptima Región Policial Lima, general PNP Jorge Cayas Medina, quien estuvo presente el 14 de noviembre en el lugar que murieron Inti Sotelo y Bryan Pintado.