Por: Marcial De La Cruz
Iniciamos un proceso de reordenamiento en medio de un doble sentido de supervivencia que nos dibuja en blanco y negro. El caldero político se avivó con una contundente marcha contra las inconductas de los que operan en la política, encabezada por la Generación del Bicentenario y en el otro lado, la otra marcha en las calles del Perú: los millones de peruanos regresando al trabajo informal o comercio ambulatorio poniendo fin al distanciamiento social, a pesar de la amenaza de la Covid19.
Francisco Sagasti inicia la reconciliación; sin embargo, la calle sigue reclamando, agregando reclamos por excesos o abusos. Son más claros los espacios ocupados por diversos grupos o colectivos activados para promover sus temas de campaña. El Presidente ha recogido el mensaje y esperamos una agenda de trabajo para la transición que se elabore en Palacio.
El nuevo gabinete, notablemente de profesionales técnicos, necesita una dosis política para lograr la adecuada gestión. Presumimos que Sagasti cubrirá a pulso este espacio. Al asumir la presidencia dijo “Los últimos años la política ha sido destructiva” y “la Generación del Bicentenario reclama un cambio” y es un pedido total, desde todas partes del país y desde todas las edades.
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Hay que recuperar el tiempo perdido. Hay que dejar la antipolítica generada con Fujimori, hay que componernos y organizarnos para aportar al trabajo de lograr un Perú moderno y democrático antes de llegar al 2030. La transición debe reconectar a la política con la calle, los jóvenes, trabajadores, ambulantes, comerciantes, madres, profesores, técnicos, obreros, vendedores del mercado, los desempleados y los abuelos de la casa.
La economía se recuperará si hay trabajo, por eso generar el consumo es necesario. Hay que pedir a los economistas y ‘economistólogos’ amigos de algunos medios de información, hagan una sana lectura de las variables del latir económico. El dólar bajó casi un sol a 3.55, las ferias informales de productos han empezado la campaña de navidad, vendiendo todo lo guardado y lo nuevo de estación. El dinero empezará a circular y necesitará más compradores con trabajo.
Varios proyectos millonarios de construcción están listos para que inicien: 5,000 millones de dólares en la Línea 2 del Metro de Lima; 5,000 millones de dólares en la Refinería de Talara; 3,000 millones de dólares en el Puerto de Chancay; 1,500 millones de dólares en la expansión del Aeropuerto Jorge Chávez; 430 millones de dólares en el proyecto minero San Gabriel en Moquegua; 300 millones de dólares en el Puerto Salaverry.
La marcha de peruanos que ‘no vemos’ pide trabajo, espera justicia y sensatez de los que hacen política. No comen leyes, no comen dictámenes del TC, no se benefician de una discusión legal o ideológica. No pueden curar a sus familiares con discursos políticos, no están pendientes de los insultos en las redes, defendiendo un pensamiento, porque no hay tiempo para seguir perdiéndolo.
En la radio, todos los días la gente manifiesta que los políticos mienten, que trabajan para sus intereses, roban y luego piden defender la democracia y el sistema que los tiene en el poder. Por eso la gente quiere que se vayan todos, pero esa no es la solución. El tema pasa por no volver a elegir a sujetos como ellos. En esta marcha hemos visto a varios que se aprovecharon del momento para apuntarse como miembros de la “Generación del Bicentenario”
Hay que dormir tranquilo. Si no hemos mentido ni robado y menos abusado de algo, estamos en paz. El cambio para un mejor Perú está en nuestras manos. Participemos en este proceso, opinemos, escuchemos, debatamos y encontremos el mejor camino, pero juntos.