Ojito. No te envuelvas en papel de regalo para la pandemia
Para nadie es un misterio que fumar perjudica el sistema respiratorio con gran cantidad de sustancias dañinas, debilita nuestro sistema de protección ante el Covid-19 y podría generar cuadros más graves de la enfermedad, con riesgo de muerte.
Al fumar se viola las elementales reglas de aislamiento social porque para hacerlo se debe quitar la mascarilla, una de las medidas de salud más eficaces de lucha contra la pandemia. En segundo lugar, se rompe la norma de no tocarse la cara, pues en todo momento tus dedos estarán en contacto con tu cara y labios.
Además, cuando se inhala el humo de tabaco, se paraliza el trabajo que realizan los cilios, una especie de filamentos ubicados sobre las células que recubren el sistema respiratorio y que cumplen la función de «barrer» las impurezas que llegan a la nariz o la garganta. Este trabajo se realiza junto al moco, que cumple la función de atrapar esas partículas, como lo haría un atrapamoscas.
La vellosidad dentro de la nariz empuja (esas sustancias) hacia la garganta y los cilios que están en el pulmón las empujan hacia la garganta, donde se les deglute. Entones el virus que está pegado en el moco es eliminado en el estómago donde hay ácidos. Ese mecanismo se pierde cuando se fuma, con lo cual los virus tienen más facilidad de invadir tu cuerpo.
Por otra parte, el humo del cigarro produce la inutilización de los macrófagos, que sirven para defendernos de las agresiones bacterianas o virales que pueden llegar al pulmón. A esto se suma la inflamación que generan las diversas sustancias que hay dentro del cigarro.
Los daños generados por el cigarrillo alcanzan también a quienes están alrededor: los que están en el mismo cuarto (fumador de segundo humo), los que se exponen a las partículas de desecho que impregnan en la ropa y se liberan al regresar a casa (fumador de tercera mano), los que permanecen en lugares donde se ha fumado antes, como en discotecas o casas de fumadores (fumadores de cuarta mano).
Asimismo, advirtió que el daño del tabaco no disminuye con el uso de vaporizadores, los cuales generan también una gran cantidad de desechos en los pulmones.
