FC Barcelona: Declive y renovación total (FOTOS)

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Por Luis Pardo Altamirano

Quienes estamos involucrados en el mundo del fútbol sabemos que en un partido se gana o se pierde, resultados contemplados, como en la vida misma. Sin embargo, en el ámbito del balompié se sabe también que hay un trasfondo que surge cuando las formas de esos resultados se dan de manera poco acostumbrada.

En el fútbol competitivo, naturalmente, hay errores, autogoles, malas tardes, tristes jornadas; parantes, largueros; un sinnúmero de variables que acontecen. El tema es que, como se trata de un juego de equipo, donde todos son, donde todos aportan -supuestamente-, cuando la caída es estrepitosa surgen esas verdades que llevan a reconocer que no todo lo que brilla es oro, que el tiempo se encarga de plasmarnos la triste y cruda realidad.

No solo el DT Quique Setién es el culpable de la debacle

Barcelona hoy lo demuestra, vergonzosamente. Porque perder por 1-0, diríamos es ‘normal’. Por 2-0, quizás evidencia la superioridad del rival de turno. Caer por 3-0 es grave, algo muy malo pasa en el equipo. Más de 3 goles ya es debacle. Perder por 5 ya refleja que el barco está a la deriva, que ni con el cambio de DT se superará inmediatamente. Goleada de 6 ya es dirigencial, de 7 y más refleja que los cimientos están endebles y las honras mancilladas.

Así, el 8-2 ante el Bayer de Munich, es una humillación que evidencia una podredumbre organizacional, que así nomás no debe acontecer, no puede echarse de manera tan fácil al tacho tantos y brillantes años de historia y prestigio.

El peruano Juan Seminario, el último en cuclillas (1965)

Patético acontecer que nos apena, porque la historia registra también que la raza peruana aportó con creces a los culés hoy en desgracia: Desde Miguel Loayza, Juan Seminario, Pedro Aicart y el propio Hugo Sotil con la azulgrana.

Pedro Aicart de extremo derecho y Sotil junto al gran Cruif

Sedas que lucieron jugadores excepcionales, virtuosos, goleadores. Y no se puede tirar por la borda de manera tan fácil, rindiéndose indignantemente (el Barcelona no gana la Champions desde la 2014-15). Estamos hablando entonces del declive del club, financiera, dirigencialmente, con jugadores envejecidos e impropios al hablar, como el bocón chileno Vidal que anticipadamente subestimó a la máquina alemana del Bayern.

Es el fútbol señoras y señores, con sus historias tristes, páginas negras, con clubes que evidencian podredumbre al interior, desde la médula, empezando de arriba.

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