Delincuencia a full. Negocios como el Haití fenecen ante pésima gestión económica
Tenebroso panorama nacional, pero real. Optamos por ser realistas antes que presentar una imagen distorsionada de los hechos, antes de falsear lo evidente.
Lamentablemente la pandemia ha puesto bajo tierra a nuestros seres queridos, desgarrándonos el alma, pero, a los que quedamos el virus nos tiene muertos en vida.
Porque al coronavirus se agrega la desconfianza, la ineptitud de funcionarios, la corrupción que nos inmoviliza, la economía que nos angustia y no deja dormir. Con un estado emocional y salud mental por los suelos.
Hay que sumar a ello, más promesas gubernamentales con sus emisiones facilistas, bonos e infraestructura que por décadas no vemos.
Hoy, en esas regiones arriba indicadas y aquí en la capital del Perú ¡No hay camas en los hospitales! Por favor ¡cuídese, no se enferme! ¡Sálvese quien pueda! dice en la práctica este Gobierno que ya sale con elecciones digitadas.
¿Qué hacemos? Fortaleza, asumir dolorosamente, no esperar nada de los de arriba porque amén de comprobar que ellos están en otra, miren cómo se disponen los cargos: el ex primer ministro Vicente Zeballos sería embajador del Perú ante la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas.
Surge la expresión por su propio peso … ¡Lindo mi Perú!
LPA/