Por el Dr. Alberto Medina
Quizá te sorprenda lo que quiero decir con este título. Sin embargo, es una preocupación que las relaciones de pareja, en esta pandemia que vivimos, la amenaza no sólo es por la vida de las personas, sino, fundamentalmente, por la sobrevivencia del amor de pareja, y que tenga a bien ser considerada, por la cantidad importante de conflictos, agravios, maltratos, intolerancias, de ambos, en una relación basada, en palabras de Baumman, LÍQUIDA, es decir, un vínculo frágil, consumible, desechable, de “usar y tirar”.
En algún momento, ¿no has visto, cerca o lejos de ti, experiencias donde la comunicación de la pareja estuvo ausente en un 100%? Hablamos de una comunicación que estile una conexión emocional profunda, de acercamiento y mirada interesada en el bienestar mutuo, donde la pareja sienta que ambos ven en el horizonte un mismo objetivo, que ambos coincidan en el plan de vida de ser felices y hacer felices a sus hijos. Pero esta realidad nos muestra los condicionantes de los “nuevos valores”. El tiempo, hoy es más importante atender las urgencias (cambiar el celular, un nuevo TV, etc.) que lo REALMENTE importante. Hay parejas que se comunican y se dicen las cosas por celular, teniendo MIEDO de afrontar directamente los hechos, cayendo en lo absurdo muchas veces. De ahí que el individualismo, llamado EGO, aparece como el gran protagonista de ampliar estas brechas de la comunicación y el verdadero amor.
TAMBIÉN LEE: Ciencia y música se unen para combatir el estrés [VÍDEO]
El dilema, es que nos está llevando a propiciar más distanciamientos y convertirnos en consumidores ‘todistas’, osea, todo lo queremos ‘tragar’ y como sea. En otras palabras, tu pareja, tu esposa, tu enamorada, tu novia, se convierte en algo consumible y quizá no te estés dando cuenta. Ah, ¿no? Fíjate cómo la tratas, fíjate cómo la valoras, fíjate cómo sacrificas algo tuyo para dárselo a él o ella. Fíjate cómo se dan espacio para que intercambien opiniones y revisen su plan de vida de pareja, si es que lo hay.
La libertad y la seguridad son otros nuevos valores que hay que considerar, ya que sentirse libre es no permitir a nadie, menos a tu pareja, que ‘invada’ tu espacio, menos que decida por ti. En esta libertad, cuando la pareja está conectada el uno con el otro, comunica y evalúa oportunamente las accionas a tomar. Pero esto ya es, para muchos, anacrónico y ofensivo. La seguridad opera, en esta nueva versión del consumismo y el amor líquido, cómo el miedo gana espacio para tener más miedo al miedo. O sea, mientras más miedo gobierne en la pareja, más nos defenderemos y atacaremos, ya que ‘no hay mejor defensa que el ataque’. Lo dicho, merece seguir comentando y ampliando ideas. Lo cierto es que te preguntes qué tan líquido es tu amor, qué tan frágil eres o estás, qué tanto miedo tienes y a qué. La pandemia es un factor de algo, no la causa de tu crisis. Hasta la próxima.
