Hace dos días cumplió ochenta años, el gran baterista y maestro de baquetas, el gran Ringo Starr, y todos deben saber que su verdadero nombre es Richard Starkey. Lo de Ringo es por el exceso de anillos que usaba en sus dedos, siendo muy niño sufrió una peritonitis, que lo mantuvo dos meses en coma; y a los trece un resfrío se convirtió en pleuresía (exceso de agua en los pulmones) cosa que lo mantuvo dos años en el hospital. En este hospital formó una banda con su amigo Eddie Clayton, y luego tocarían juntos en el grupo llamado “Rory Storm”.
George Harrison, que era su amigo, le ofreció el puesto de baterista en Los Beatles, reemplazando a Pete Best. Integrándose a la banda en el año 1962.
Hay mucha gente que cree que Ringo Starr no es un buen baterista, y los que sabemos de música decimos que es un craso error. Pues manejaba muy bien los ritmos, hacía unos beats únicos, el tempo que utilizaba era cómo una máquina dentro de su cuerpo; este detalle es súper importante, ya que la mayoría de bateristas se centran en golpear rápido y duro los tambores, olvidándose de la gran simpleza que es básica para tocar la batería, en otras palabras, hay que saber llevar los ritmos de una manera sobria, enfocándose en la canción a ejecutar, saber utilizar todos los tambores de una manera adecuada y darle el sentimiento que requiere el tema de turno.
Bueno, todo eso y mucho más hacía Ringo Starr en la batería, sus inolvidables llevadas rítmicas de Hi Hat, su inexplicable ejecución con la diestra, ya que él era zurdo, y yo me pregunto si todos esos ingredientes han hecho de este baterista la súper estrella que es. Porque recibir elogios de McCartney y Lennon y de los principales músicos de la historia del rock no es poca cosa, a tal extremo que la revista “Rolling Stone” lo eligió como el mejor quinto baterista de todos los tiempos en el 2011. Ya en 1998, había sido introducido al Salón de la Fama, por la revista “Modern Drummer”. Fue nombrado caballero en el Palacio de Buckingham por el príncipe Guillermo en marzo del 2018. Si esto les parece poco, a esa gente que cree que no es un buen baterista, pues están viviendo en una falacia o mentira.
El gran Ringo Starr sigue siendo ese gran tipo, sencillo, talentoso y su personalidad fue la amalgama que unió a esa máquina llamada Los Beatles. El gran maestro para todos los grandes bateristas de buen gusto, en el cual me incluyo (obviamente no me creo gran baterista).
¡Feliz ochenta años, Sir Ringo Starr! El Caballero de las Baquetas y los Tambores. Nos vemos.
(Octavio Medina)